OPTIMUS

Jorge Alberto Pérez González

27/03/2016

Resurrección

La pasión de Iztapalapa se quedó corta en sus afanes histriónicos ante los acontecimientos en Matamoros y Tamaulipas.
Existen dos versiones, una es que la presidente municipal perdió de todas, todas, ante el CEN del PAN, pues su esbirro y muñequito de “sololoy”, terminó perdido igual que Bart Simpson’s.
El último capítulo de su efímera lucha política terminaron escribiéndolo en la capital del país, mediante el socorrido uso del dedo, perdón, de las encuestas de popularidad.
Hubo dos sonrisas muy picaronas que se dibujaron ese día, una la del aspirante a gobernador y otra la del que “Ya merito le tocaba”, Chito García, quien amarró la primera posición en el listado plurinominal. Dulce sabroso que le garantiza nomina quincenal, mientras espera con el bate al hombro la siguiente nominación a la alcaldía, pues como bien dice él, “Ya le toca”.
Todo dependerá del resultado electoral del municipio, pues si bien está muy amarrado con las diputaciones de territorio, otro triunfo del PAN en la alcaldía sin duda retrasaría su reloj político, recordemos que Lety tiene muchas más hermanas ya listas para lo que venga.
Justo pareció a todos los ingenuos el haber despreciado el registro del papá de las niñas Salazar, pues no alcanzó ninguna posición en el listado, lo cual pareciera ser una venganza o tal vez una cortina de humo para despistar al enemigo, pues en política se vale de todo, inclusive usar a la familia para aparentar cosas que no son.
Y esto es fácil de explicar, pues si en verdad fuera decisión cupular, tal vez esta hubiese inclinado la balanza hacia otro lado, pero como terminó favoreciendo a la misma familia, no falta quien vea esto como una novela de misterio, en la que todos sospechan de la tía millonaria.
Al tiempo quedará demostrado el peso de cada quien, las intenciones por convertir los liderazgos en cacicazgos siempre han terminado mal; algunos huyendo, los menos confinados y los más en el olvido.
El premio será la ignominia, más ahora en que la sociedad se levanta y se cobra las afrentas precisamente el día de la elección, moviendo su sentir en diferentes direcciones para demostrar su enojo, su hartazgo y su voluntad.
Algunos pueden ir preparando sus discursos, las elecciones de tres siempre favorecen al sistema, los sueños de alternancia se harán realidad en Matamoros, pero no en Tamaulipas y para entender esto, sólo hay que recurrir a la consulta de los números, porque esos no mienten, como quienes esconden sus cartas a jugar y las muestran en los días de guardar, la conciencia de los electores si tiene memoria y respeto por sus correligionarios.
Verónica Salazar en Matamoros y Gustavo Cárdenas en Tamaulipas cumplirán su misión en la contienda, dividirán lo que tengan que dividir y restarán la confianza en el proceso. Desde hace más de 15 años sus nombres han figurado en el espectro político, no son inventos, son reales, saben lo que hacen y lo hacen con gusto, el asesor debe de ser el mismo, pues los llevó por el mismo sendero.
Mejor la concertación que la quema de llantas, mejor la política que el escándalo social, mejor el diálogo que el enfrentamiento, mejor la apariencia que la siembra de cadáveres inocentes.
Ambos hoy se sienten revitalizados, reanimados, con mucha vitamina, preparados pues para lo que viene y festejando con los suyos su auténtico y verdadero domingo de RESURRECCIÓN.