OPTIMUS

Jorge A. Pérez González

03/09/2017

CABEZA TIENE EL PRI

Semana trágica que pudo tocarnos más cerca, pero la violencia tan grande en Tamaulipas tal vez hizo que el Supremo Creador del Universo tuviera compasión de esta tierra.
Harvey, el huracán más errático del que al menos yo tenga memoria, se estacionó a 300 kilómetros al noroeste de su punto de entrada en Rockport Texas, imagínense ustedes si hubiese entrado con su trayectoria original que era Tampico, eso significa que se habría estacionado muy cerca de San Fernando e imaginemos lo que hubiera pasado en Reynosa y Matamoros, por mencionar sólo las más grandes ciudades de Tamaulipas.
Tal vez los diputados locales hubiesen subido su punto de acuerdo un poco más del salario de un día, tal vez, sólo tal vez, pues actualmente hay víctimas por una tromba en San Fernando, que pudo ser tornado y que no han merecido ni una migaja de nuestros legisladores.
Claro ellos no son noticia, sólo son habitantes rurales, según el punto de vista de los integrantes de la máxima tribuna del estado. No me cansaré de repetir, este es el peor Congreso que ha tenido Tamaulipas.
Ejemplos hay muchos, las banalidades de Chito y los excesos de Anto, el ánimo de ambos está concentrado en lograr mediáticamente lo que no pueden alcanzar con capacidad y trabajo, son de diferente partido, PAN y PRI, pero tienen en común tantas cosas que no dudo en la futura unión de las siglas.
Y ya que hablamos de partidos, tenemos que referirnos al proceso selectivo democrático llevado a cabo en el PRI, para sustituir a otro diputado que se vio “obligado” a solicitar licencia.
La obstinación de unos por sostener en contra de los estatutos a Aida Zulema en el cargo obtenido por prelación, provocó una inconformidad generalizada que se convirtió en términos taurinos en una charlotada, en la que se lanzaron varios cabestros, mientras a distancia los siguieron algunos toros de lidia, con sus 4 años reglamentarios cumplidos y uno que otro novillo de esos que tienen sus kilos bien puestos pero que carecen de diamante en sus puntas.
El resultado fue el esperado, pues la consigna del empresario Murat, que nada tiene que hacer con los Miura, no pudo lidiar ni con los novillos.
El retiro estratégico del Toro Melón del Mante, dejó en la boleta solos al de Matamoros y al de Reynosa y ese escenario pintó demoledor cuando unos días antes, resultó secuestrado un político de Reynosa, quien logró ser liberado unas horas después de la elección.
Así es la democracia, no hay nada de que asustarse, si cuando otros gobernaban había quien de otro partido le sirviera desde otras siglas, qué de raro tiene que hoy utilicen estrategias que antes los perjudicaron, llorar como niña lo que no supieron defender como niño, no cabe en este escenario político.
Ofender a los consejeros que emitieron su voto, sólo hunde más al emisor, quejarse de la conformación del consejo después del toro pasado, hace recordar que tiempo tuvieron y poder también para anticipar la derrota o para recomponer el Consejo Político.
Ganó el que se comunicó personalmente y con tiempo con cada uno de los votantes, eso, la comunicación personal ayuda más que apoyarse en funcionarios actuales de los diferentes gobiernos. Decidir su voto por intereses personales es lo que define la cruz en la boleta final, no entenderlo así, es simple y llanamente no conocer la historia.
Aceptar sugerencias de asesores inexpertos, responder con el hígado la suspicacia de otros, utilizar falsamente textos de conocidos periodistas, acusar sin fundamento también ofende a quienes hoy después de votar, reconocen el liderazgo de Sergio Guajardo Maldonado pues con contundencia se afirma: CABEZA TIENE EL PRI.