No acusarán a agente por muerte de joven negro en Minneapolis

31/03/2016 – Un tribunal estadounidense resolvió ayer que no habrá una acusación contra los policías involucrados en la muerte del afroamericano Jamar Clark, de 24 años, informó la emisora CNN. Las investigaciones arrojaron que los agentes actuaron en defensa propia, informó el tribunal de distrito de Minneapolis.

Durante una pelea en noviembre de 2015, Clark intentó hacerse con el arma de uno de los dos policías y éste le pidió luego a su colega que abriera fuego.

Tras una pelea con su novia, el afroestadounidense fue arrestado y llevado con esposas en las manos. Según testigos, luego se produjo la disputa con los dos experimentados policías. Clark falleció un día después por las lesiones que sufrió en la cabeza. Sin embargo, el tribunal afirmó que según las evidencias, Clark no estaba esposado cuando fue baleado, contrario a lo que dijeron testigos, según los cuales, el joven no enfrentó a los agentes. Los policías aseguran que sí lo hizo y que le dispararon por temor a que él les disparara a ellos.

Las confusas circunstancias en torno a la muerte de Clark desataron fuertes protestas y cinco personas resultaron heridas por disparos en un campamento de repudio en Minneapolis. Activistas del movimiento “Black Lives Matter” habían montado el campamento delante de la estación policial.

En Estados Unidos se han registrado diversos incidentes en los que policías blancos mataron a afroamericanos desarmados. Al menos otros dos de esos casos recientes terminaron en el tribunal, sin que en ninguno de ellos la sentencia fuera condenatoria.

En noviembre de 2014, Tamir Rice, un jovencito de 12 años, fue baleado en Cleveland por dos policías que respondieron a una llamada de alerta por un “sujeto negro sentado en un columpio apuntando con su arma a la gente”, en un parque. Los agentes dijeron que al llegar, Tamir agarró la pistola y por eso ellos le dispararon. Las investigaciones posteriores revelaron que el arma era una réplica. El tribunal se negó a presentar cargos, pese a reportes de que uno de los agentes presentaba problemas de inestabilidad emocional.

El incidente se registró a unos meses de la muerte de Michael Brown, un afroestadounidense de Ferguson, Mi-
ssouri, baleado por el agente Darren Wilson el 9 de agosto de ese mismo año. Wilson acudió tras recibir una denuncia por robo y al enfrentar a Brown, de 18 años, desarmado, le disparó seis veces. El jurado no encontró elementos para imputar a Wilson, pero el caso desató protestas a nivel nacional y llevó al presidente Barack Obama a reconocer que el problema de la división racial persiste en EU.

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