México no quitará «dedo del renglón»; EU debe revertir política migratoria: Videgaray

20/06/2018 – El gobierno de México no quitará el dedo del renglón y seguirá presionando a través de todos los frentes a las autoridades de Estados Unidos para que reviertan la política migratoria de separar a las familias migrantes, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.

El canciller aseguró que la política migratoria de Donald Trump es “inhumana y cruel” y reiteró que se está trabajando por “todos los medios diplomáticos para rechazar y condenar de manera categórica” la separación de los niños de sus padres.

Luego de que ayer el presidente estadunidense justificó su política de tolerancia cero, al asegurar que la separación de los menores es necesaria para poder juzgar a los padres por ingresar ilegalmente al país, Videgaray aseguró que sí hay otras formas de enfrentar el problema y que México continuará presionando hasta que se ponga fin a esta “situación inaceptable”.

“Sí hay de otra, que es no separar a los niños de sus padres, esa es una acción que se viene implementado apenas, hace una semanas, y es una decisión del gobierno de Estados Unidos que puede ser revertida y eso es lo que estamos exhortando, exigiendo al gobierno de Estados Unidos que se revierta”, dijo en entrevista.

«No vamos a quitar el dedo del renglón; estamos actuando en todas las instancias para presionar esta situación», agregó. Reiteró que la Secretaría de Relaciones Exteriores ha actuado desde el principio para proteger a los migrantes mexicanos y facilitar la reunificación familiar, además que “estamos usando todos los frentes, estamos trabajando en todas las aristas de manera multilateral” para revertir la situación.

Explicó que el viernes tendrá una reunión en México con autoridades de Guatemala, El Salvador y Nicaragua para establecer un plan de acción conjunto contra las políticas migratorias de Donald Trump.

Desde que se implementó la política de tolerancia cero, se estima que más de 2 mil menores han sido separados de sus padres y colocados en centros de detención especiales en la frontera, lo cual ha sido calificado por la comunidad internacional como una violación a los derechos humanos.

Agencias