Mexicana narra cómo conoció a Rainere y perturbaciones de falso gurú

Daniela nunca pensó que algún día devolvería a Keith Raniere todas las humillaciones recibidas al someterla a un confinamiento de dos años.

—Cuando tuvo relaciones sexuales con el acusado, ¿hubo un momento en que a él le costara conseguir o mantener una erección? —preguntó la asistente del fiscal Moira Penza.

—Sí, por supuesto —respondió Daniela—. Él (Raniere) después me reclamó porque no usamos protección, pero yo estuve ahí, es mi cuerpo y estoy segura de que, aparte de que me hizo sexo oral, nunca me penetró; ni siquiera recuerdo que haya tenido una erección —confió.

Daniela relató su feliz infancia y adolescencia en “la burbuja familiar” junto a sus padres y tres hermanos. Relató cómo el éxito de la empresa paterna los llevó a Monterrey, Nuevo León, donde sus progenitores, se integraron a los cursos de Nexium.

El sentir de la testigo, al quedar deslumbrada por la claridad y poder de convencimiento de Laureen Salzman, debe ser el que sintieron decenas de mexicanos que acudieron al llamado de Raniere a salvar al mundo.

Un hombre conocido como «Vanguardia”, científico que calculó matemáticamente que el fin del mundo llegaría en 10 o 15 años, los invitaba a una misión para salvarlo.

“No teníamos mucho tiempo para hacerlo”, clamó con sorna Daniela, quien soslayó el prometedor sueño de ir a estudiar en la exclusiva Leysin American School en Suiza, donde ya le había becado.
“Como regalo de despedida mi padre me regaló un curso intensivo de 16 días en Nexium para después aprovechar mi estancia en Suiza”. Con 16 años Daniela llegó a dicha empresa donde Laureen Salzman, quien ya se declaró culpable en este caso, la convenció de extender su estancia, olvidarse de sus estudios y tomar un sabático. Esa decisión cambió para siempre su vida.

Contó al jurado la vez que conoció a Keith Raniere en persona y cómo quedó impactada, pues él “era como un rockstar”. Pensó que se hallaba frente “a una de las personas más inteligentes del mundo”, pues así lo miraban los miembros de las familias más exitosas y prominentes de México que tomaban cursos con él.

“¿Creíste en el cálculo de Raniere sobre el fin del mundo?», cuestionó Penza a la mexicana.

«De todo corazón», dijo Daniela.

“¿Y cómo te sientes ahora?”, preguntó la fiscal. La testigo, sonríe, suspira serena y pasa los dedos por su largo cabello que acaba en la parte baja de su espalda. Deja pasar unos segundos antes de responder.

“No fue real, en absoluto, creo que todo fue una mentira”. Y continua. Una temporada que regresó a México al vencerse su visa, aceptó trabajar limpiando una casa. Luego, vía Canadá, volvió a Nexium para convertirse en la encargada de leer libros y hacerle resúmenes a un Raniere que no tenía tiempo para hacerlo, aunque sí mucha necesidad de conocimiento.

Nerviosa al arranque, en cuanto tomó el control, Daniela, se vio muy expresiva, incluso simpática, teatral de pronto hasta sonriendo de sus recuerdos donde explicaba a detalle las ocurrencias del líder como cuando le dijo que su semen tenía cualidades místicas.

Con sus padres en proceso de divorcio y su hermana Mariana desubicada, bebiendo de más y deprimida, Daniela optó por trasladar a la familia a Albany.

A partir del 2006 Raniere convirtió en esclavas sexuales a la desorientada Mariana y a la menor de edad Camila. Y a ella la obligaba a tomarse fotos de su entrepierna en una cámara para enviarlas al insaciable líder.

El testimonio de Daniela continuará el siguiente martes.

Agencias