Más de 130 detenidos en Houston tras operación encubierta antiprostitución

Houston, 27/10/17.- Arturo Acevedo, el jefe de la Policía de Houston (HPD, por sus siglas en inglés),dijo que la División Antivicio montó una operación encubierta en una sala de masajes del oeste de la ciudad durante dos semanas, todos los días durante 24 horas, con agentes mujeres encubiertas quienes se hacían pasar como las presuntas masajistas prostitutas para detener a los clientes.

La operación se montó en el salón de masajes 7 Star Spa, del 11316 Westheimer Road Suite C, en un centro comercial en el corazón del bullicioso Energy District de Houston, en lo que era un lugar conocido porque ahí operaba un negocio de prostitución con mujeres que estaban cautivas y obligadas a atender un promedio de 40 hombres por día, dijo Acevedo.

El HPD cerró el lugar en septiembre luego de un trabajo de investigación de la División Antivicio, sin embargo en lugar de que el sitio dejara de operar los agentes siguieron anunciando el salón en redes sociales como si nada hubiera pasado. La operación tuvo un costo de 20,000 dólares para que en el lugar todo pareciera normal.

Durante dos semanas, hasta el fin de semana del domingo 22 de octubre, los clientes que llegaban al lugar pensaban que encontrarían el mismo servicio que otras veces. Ninguno sospechó de las nuevas masajistas. Cuando los hombres acordaban un precio por el intercambio sexual con cada mujer, que en realidad era una policía, otros agentes del HPD que estaban en la periferia del lugar en autos escondidos llegaban y los arrestaban. Decenas cayeron del mismo modo, informó el jefe policial.

“En el pasado, como agencia de la ley, nos enfocamos en arrestar a las mujeres, pero francamente ahora creo que tenemos que lidiar con la pieza del rompecabezas de la demanda, los hombres que pide estos servicios, que se aprovechan de las mujeres quienes son las verdaderas víctimas de esto”, explicó Acevedo sobre el por qué decidieron montar esa operación encubierta para detener hombres que presuntamente pagaban por tener sexo y advirtió que ese tipo de acciones del HPD seguirán.

“La próxima vez que usted vaya a una sala de masajes, a un bikini club, un strip club, que solicite una scort (acompañante) por internet o en la calle… tenga cuidado porque tal vez se encuentre con alguna de nuestras oficiales que lo arreste”, dijo Acevedo.

Acevedo explicó que no podía dar detalles sobre el agente de su departamento que fue detenido solicitando una prostituta, que curiosamente era su compañera de trabajo, porque el agente está asignado a una división como oficial encubierto y debido a sus investigaciones se pone en riesgo su vida si se revela su identidad.

“Lo que sí le puedo decir es que el oficial fue preso como todos los demás… desgraciadamente no puedo decir mucho más debido a que tiene protecciones bajo la ley debido a su trabajo. Esa persona está bajo investigación también de nuestra División de Asunto Internos, ya no está trabajando en su unidad, está en restricción, y vamos a ver qué pasa cuando concluya su investigación. Técnicamente todavía tiene trabajo”, detalló Acevedo.

Acevedo dijo que los hombres que solicitan prostitutas enfrentan “un complejo y serio problema” que va más allá del crimen y, para ayudarlos a resolverlo, la corporación trabaja con la organización sin fines de lucro Voz para una Opción, la vida es mejor sin pornografía (V4C, por sus siglas en inglés) que ayuda con trabajo social y terapéutico a las personas que están encadenadas al vicio de la sexualidad o la pornografía. Muchos de los detenidos de la operación del HPD irán a consejería con ese grupo.

“Estamos todos interesados en reducir el tráfico humano… pero en nuestra institución nos enfocamos en las personas que solicitan prostitutas, sin juzgarlos, porque arrestarlos es importante, pero su proceso legal no va a cambiar su proceso mental de lo que hacen está mal. Tienen que entender por qué lo hacen y cuáles son los factores que los empujan a hacerlo”, explicó Beau Abdulla fundador y director de V4C.

Abdulla detalla que el hecho de que esos hombres enfrenten terapia y apoyo, a la par de su proceso legal, los ayudará a volver a hacer ese delito haciéndose preguntas de por qué lo hacen, cómo funciona su autoestima, su seguridad personal, educación y valores.

“No solo es importante el proceso legal, que los afecta, sino también es importante un proceso de cura para que tengan la ayuda que necesita y no busquen esos servicios en el futuro. Si ayudamos a estos individuos, como parte de lo que el HPD les pide, reduciremos la demanda de esos servicios”, explicó Abdulla.

Agencias