LUZ DE LUNA

Sandra Luz García Guajardo

07/05/2017

Valientes tras la verdad
Hoy por hoy en donde la información fluye casi de manera inmediata, a través de múltiples medios de comunicación sería natural pensar, que tenemos la libertad de expresar nuestras ideas. Sin embargo nuestra realidad es otra muy diferente. Seguimos con el miedo de perder nuestras vidas, nuestros derechos, nuestras fuentes de trabajo.
La ola de violencia en nuestro país se ha acentuado en los últimos años. Durante la actual administración federal, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión, (FEADLE), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), ha llevado a cabo 604 investigaciones, de las cuales únicamente se cuenta con 3 sentencias condenatorias por delitos cometidos contra periodistas. Es decir un 99.51% de las averiguaciones no concluyen en la condena de un responsable.
Me resulta preocupante el desempeño de dicha Fiscalía, y más aún si se toma en cuenta su presupuesto de 2013 a diciembre de 2016 que fue de más de 132 millones de pesos. Cifra que sí la dividimos entre cada sentencia condenatoria obtenida, el resultado es que cada asunto resuelto nos ha costado a los mexicanos poco más de 44 millones de pesos.
La eficacia de la Fiscalía no ha sido eficiente y por lo tanto no ha dado resultados, sobre todo ante los recientes hechos contra periodistas en nuestro país. Su labor de protección es casi nula y la vida e integridad física de los encargados de la comunicación sigue en riesgo. No ha habido justicia!
En menos de un mes, el pasado marzo, fueron asesinados Miroslav Breach Velducea, corresponsal de los periódicos “La Jornada” y “Norte” en Chihuahua. Ricardo Monlui Cabrera, colaborador de “El Sol de Cordova” y “Diario de Xalapa” en Veracruz, y Cecilio Pineda Brito, editor del periódico “La Voz” en Guerrero.
El más reciente fue el reportero Maximino Rodríguez Palacios, en La Paz, Baja California Sur.
Sin lugar a duda estos son los casos más conocidos, pero sería bueno saber cuántos más se presentan a diario en nuestro país de los que no tenemos conocimiento.
Necesitamos ser ciudadanos libres sin miedo a expresarnos; teniendo confianza en nuestras instituciones y en una verdadera aplicación de la ley en igualdad de condiciones para todos.
Es indispensable defender toda manifestación de opinión y expresión que se realice a través de los medios tradicionales de comunicación o de los tecnológicos. Esta defensa debe ser compromiso de todos los mexicanos: gobierno, legisladores, sociedad y el propio gremio periodístico.
La población adopta muchos medios para informarse y no podemos aceptar que la autoridad se desentienda de quienes cumplen con informar desde la televisión, la radio, la prensa o el internet. No podemos permitir que la censura por temor a represalias del crimen se apodere también de los medios y de las redes sociales.
Desde aquí un reconocimiento a aquellos que a pesar de las amenazas siguen arriesgando su vida y la de sus familias, por su valentía de hablar con la verdad y por su lucha por sacar a México del deshonroso quinto lugar que ocupamos entre los países más peligrosos para ejercer la labor periodística. Esto de acuerdo a la UNESCO, y del cual pese a los innumerables esfuerzos, desafortunadamente No saldremos, sí no hay un cambio en la forma de perseguir los delitos cometidos contra periodistas. ¡HAGAMOS VALER NUESTRO DERECHO DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!