LUZ DE LUNA

Sandra Luz García Guajardo

04/06/2017

CELEBRAR O NO NUESTRA CONSTITUCION

En el centenario de nuestra Constitución, es de mi interés como Legisladora que todos los tamaulipecos conozcan una parte importante de la historia, de cómo se conformó nuestra Carta Magna… tendremos la oportunidad en una exposición itinerante denominada RUMBO A LA CONSTITUCION 1917. En ella encontraremos fotografías las cuales fueron captadas por el lente de aquella época, en las que encontraremos personajes y pasajes muy importantes de la historia de nuestro país y en donde dio inicio a las leyes que hoy son el marco jurídico que son con lo que cuenta el ciudadano para HACER VALER SUS DERECHOS!!

Tenemos argumentos a favor y en contra acerca de sí tenemos algo que celebrar y cómo debemos de hacerlo. Múltiples versiones apuntan a que no hay nada qué festejar. Tenemos un texto que cuenta con 699 cambios, entre adiciones y reformas desde 1921 a la fecha y que no responde a la realidad que vivimos la mayor parte de los mexicanos. Otras por el contrario mencionan que debemos sentirnos orgullosos por ser capaces de mantener una norma por más de 100 años, que se dice fácil pero no lo es y que de alguna forma se ha ido adecuando a las necesidades de nuestro México.
La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos tiene 136 artículos que en su mayoría han sido reformados.
Mi opinión no se inclina hacia uno u otro lado de la balanza. Existen consideraciones que nos permiten hablar a favor y por supuesto que también muchas para hablar en contra. Sin embargo, nuestra Constitución Política es la máxima norma que hace que funcione la convivencia civil en el país, en ella se establecen los derechos humanos de todas las personas en nuestro territorio, que van desde los más clásicos como la libertad de expresión, hasta los derechos a la no discriminación y a tener acceso a un medio ambiente sano. Lo cierto también es que a pesar que se encuentran plasmados en su texto, esto no quiere decir que se respeten. A pesar de ello, es mejor que estén incluidos a que no se reconozcan, así nos alientan a trabajar diariamente por su defensa y cumplimiento.
La realidad es que contamos con un texto que no tenemos que conocer a la perfección ni ser expertos en la materia, pero si es importante que todos sepamos aunque sea un poco, porque es el arma que todo ciudadano puede invocar cuando consideremos que se están vulnerando nuestros derechos.
No debemos perder la esperanza en que la ley se anteponga siempre ante cualquier amenaza que se presente.
Debemos conmemorar que hemos sido capaces de lograr el entendimiento y el acuerdo para incorporar en nuestra máxima Ley, reformas estructurales en materia educativa, electoral, telecomunicaciones, energética y anticorrupción, (por mencionar algunos ejemplos), en respuesta a los retos del México actual. Que tenemos un texto dinámico que funciona como trabaja nuestro país, como se ha ido transformando la realidad mexicana y que se ha modificado cuando la propia realidad y el avance nos lo demanda.
Celebremos que hace cien años se produjo un documento básico para el país, innovador y visionario para su época. Tamaulipas contó con cuatro representantes en el Congreso Constituyente, redactor de ese documento, siendo éstos, Pedro A. Chapa, Zeferino Fajardo, Emiliano P. Nafarrete y Fortunato de Leija.
Pero también, hoy reconozcamos que México está en deuda con su pueblo y con su campo, y que falta mucho para lograr el bienestar y el país igualitario que plantea nuestra Carta Magna.
Por razones obvias no celebramos un modelo de constitución perfecta, que no tiene contradicciones. Conmemoremos su conformación y las contradicciones de la vida misma, como se presentan en todos los ámbitos como en la economía y en la política.
El mejor homenaje que podemos hacer a nuestra Constitución es CONOCERLA Y RESPETARLA.