Los Hechos

Le aceito el reito

Antes de escribir otra cosa, podría decir que XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI es un tipo mentiroso, desfachatado, cínico, corrupto, solapador, cómplice, nepótico, ignorante, falso, parrandero y jugador.
Si es gay, masca alcaloides, baila zumba y turururú, es muy su vida.
Ahorita le seguimos con eso; primero déjeme y le platico una anécdota.
Allá en San Fernando, pueblo querido, hace cosa más de tres décadas, conocí a un personaje muy de allá, grandote, robusto, bigotón, “echao pa´lante”, crítico, frontal y arrojado.
“Yo le aceito el reito”, decía altisonante, cada que escuchaba de una crítica, acusación, o escenario cuesta arriba, agitando la mano, como echando un pial, con entonación norteña y ese timbre más delgado que chillón, por donde se diluía su corpulencia.
Los contertulios ya sabíamos, entre otras particularidades, de sus osadías y celebrábamos sus valerosas poses, en la carcajeante chorcha cotidiana.
Lo ordinario, dejó de serlo, cuando en otro tiempo y espacio, pretendimos parafrasearlo.
“¿Cómo?, ¿cómo? ¿cómo?”, preguntó serio, uno de los que en redondo, luego nos escuchó en esa charla colectiva, proclamando el consabido “le aceito el reito”, en la que debimos aportar contexto.
“A-cep-to el re-to”, tradujimos la expresión del amigo sanfernandense, puntualizada, para sacudir otras interpretaciones.
Ahora que el alcalde victorense amenazó con llevar a tribunales a funcionarios, síndicos y regidores, a medios y periodistas que emprendan críticas en su contra, todo mundo se puso “tamañito” de “aceitarle el reito”.
Lo que han abundado, hasta ahora, han sido elementos que soportan esas tesis de las faltas cometidas en el ejercicio de la administración municipal victorense.
Desde los pagos de servicios privados de salud y medicinas a empresas con él relacionadas, las erogaciones en servicios de comunicación a “empresas” que no lo justifican, la intromisión y cobertura dispuestas para y por familiares directos y políticos y las afirmaciones de premios, subvenciones y financiamientos autorizados que han sido un fiasco, por mencionar algunos ejemplos.
El incumplimiento en la transparencia que exige la ley a los manejos de los recursos públicos y medición de resultados, también son delitos flagrantes.
Legisladores de los que lo llevaron al cargo y otros partidos políticos ya han condenado la desaseada administración capitalina tamaulipeca, lanzando mociones que han quedado en “llamadas a misa”.
El diputado presidente del Congreso Local, GLAFIRO SALINAS MENDIOLA, ayer reconoció en la autonomía municipal, la supeditación de la representación popular, al envío de la cuenta pública para entrar en materia de fiscalización.
Pero en el acto advirtió su desacuerdo, bajo la premisa de que en estos tiempos no hay cabida, para con la no transparencia, la falta de rendición de cuentas y el desvío de las funciones encomendadas a los servidores públicos, empezando con el cabal cuidado del destino de los recursos del pueblo.
De Matamoros, luego que el diputado panista RAMIRO SALAZAR, acusó al jefe de prensa del ayuntamiento morenista, MIGUEL GARAY, de estar involucrado en la venta del área verde de la colonia Periodistas a particulares, hubo un revire tricolor.
El diputado ANTO TOVAR GARCÍA, a pregunta expresa, recordó que su inminente relevo, en la representación del distrito 10 de allá mismo, el panista HÉCTOR ESCOBAR y su familia, se apropiaron no solo del área verde, sino hasta de una calle, en la ampliación de la escuela particular de su propiedad.
“Pero esa, no tardamos en aprobársela aquí”, dijo con sorna, en alusión a la legislatura.
RAMIRO se había ocupado del tema, aludiendo a “una extraña sesión” del cuerpo edilicio de su tierra, en la que se habría tratado la regularización de predios “orejanos”: que legalicen lo que es procedente, pero esos no, declaró del área verde de la colonia Periodista.