Los Hechos

Fantasmas en la niebla

19/11/2018 – Los partidos políticos, en general, no saben cómo van a ganar las futuras elecciones, pero están ciertos que han de hacerlo.
Al interior de los propios institutos, igual nacen, crecen y se multiplican, los proyectos electorales con nombre y apellido, de perfil más que optimista.
Esa confianza en ver coronados los objetivos propios, se equipará al nerviosismo con que se transita camino de la cita con las urnas, con escala en el proceso de selección de candidatos, prácticamente ya a la vuelta de la esquina.
El “sí se puede” anda tan a flor de piel, como el “peligro y no”.
Las expectativas partidistas están entre la inercias lopezobradoristas prolongadas a favor de MORENA, el dominio de los programas públicos del lado del PAN y la reivindicación del PRI con el desgaste de los otros partidos que le relevaron en el ejercicio del poder público.
Sus riesgos, en la ausencia de estructuras morenitas, el marcaje personal para con el Estado panista por la Federación de MORENA, y la depauperación de las arcas tricolores.
Al interior de los tres principales partidos, decíamos, se libran batallas aparte, indexadas más al 2 mil 22 y su sucesión gubernamental, que a otra cosa.
En el debutante MORENA se hace más marcada y dinámica la pretendida disputa por la estafeta de futuro, a veces más por la incidencia de terceros, que por la intención de sus personajes.
Ahora que se nombraron a los magistrados del Tribunal Electoral de Tamaulipas, el senador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, fue el más sorprendido con los alcances que “las crónicas” dieron a su pretendida mediación para orientar las designaciones.
Más de uno propaló que el junior del ex gobernador fue quien decidió el nombre del magistrado, que con eso “le gana la carrera” a sus adversarios en pos de la candidatura mayor del 22 y prepara los escenarios en ese destino.
En MORENA es donde hay más aspirantes declarados en pos de la gubernatura en este momento, y cada vez se suman más.
El último debió haber sido el primero; dado que ya fue candidato, no habría ni que preguntarle por esas aspiraciones a HÉCTOR MARTÍN GARZA GONZÁLEZ, pero mientras no se le dio cargo, los más no lo hacían ni de este mundo.
Ahora que recibió el prenombramiento como titular nacional de administración y finanzas de la Secretaría de Educación Pública, no pocos se formaron para declararle sus consideraciones y disposición “para lo que se vaya a venir después”.
El propio AMÉRICO, desde que apareció en público, al lado del ex subordinado de su padre en la SARH y hoy presidente electo de la República, ha navegado en montaña rusa, en el imaginario de los opinadores, que a ratos lo dan por “el ungido”, con la misma facilidad con que le encuentran alguna otra prenda temporal a cualquiera de los otros presuntos aspirantes.
A ellos dos y al JR, se les ha alternado como “amarrados”, sin faltar quienes añaden a placer a los alcaldes de Matamoros y Madero, MARIO LÓPEZ y ADRIÁN OSEGUERA en el camino a la sucesión gubernamental.
Sin JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL dentro de sus filas, en el PAN, públicamente, nada más juega a hacerle ruido al senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, la alcaldesa de Reynosa, MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ, en esa suerte de juego perverso de “los hijos desobedientes”, muy propios de la derecha azul.
MAKI ya juega a “las contras”, pero no es la única.
Aún en el liderazgo político actuante se deja ver un abanico amplio de cartas para el tiempo y el espacio que pueda presentarse en dos años, cuando se estén decidiendo las candidaturas.