Locuras Cuerdas

n Tlaquepaque tuve la oportunidad de visitar la galería del célebre escultor Sergio Bustamante y me acordé de ti, querido y dilecto lector, con la escultura que lleva el nombre en abstracto de todos mis lectores: “El Lector”. Una obra que me cautivó, como todas las esculturas de este artista, pero que me vincula místicamente a quienes tienen la deferencia de leerme.
La escultura es un personaje cuya cabeza es la figura geométrica perfecta, el triángulo, y tiene entre sus manos un libro, motivo y origen de sus lecturas, de donde emergen y ascienden dos escaleras, una para cada ojo y por cada escalera sube un personaje que podemos inferir, que representan nuevas vivencias y nuevos mundos que podrá disfrutar y conocer quien tiene el privilegio de leer.
Respirar el ambiente de esta galería te transporta a sensaciones muy peculiares en donde uno tienen opciones para imbuirse en el mundo de los diseños, desde joyería hasta esculturas que te atrapan la atención, más que por ser diferentes, por ser únicas.
Debo mencionar que el nombre completo oficial es San Pedro Tlaquepaque, aunque durante algún tiempo por decreto del entonces gobernador Manuel Aguirre Berlanga, se prohibió en Jalisco usar el nombre de santos y sólo se le conoció por algún tiempo como Tlaquepaque, después regresó a su nombre original tal cual lo conocemos al día de hoy.
Y así como el susodicho gobernador Manuel Aguirre en su momento anduvo haciendo desfiguros, hoy el gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla brilla a nivel nacional por su desmedida ambición de poder. Aplica la fórmula de Peña Nieto en su medida del tiempo que tantos memes inspiró con eso de “faltan 2 minutos, o menos, como 5”.
Bonilla nos hace creer que fue electo para gobernar 2 años o menos, como 5. Y en medio de todo este desconcierto de la política nacional AMLO que es muy ducho en el manejo del timing político, inicialmente guardada silencio para pronunciarse al respecto y después se tarda para emitir su postura.
Gonzalo Martínez Corbalá quiso hacer lo mismo en San Luis Potosí en 1992. La gente del entonces emblemático líder opositor Salvador Nava se opuso y la iniciativa se vino abajo. La historia, ya lo hemos dicho antes, es cíclica.
Lo que sigue en medio de tantas ocurrencias es que algún estado se pronuncie por ser independiente. Simplemente lo propone a su congreso local y ya está. En primera instancia parece una locura pero en el mundo kafkiano en que nos tienen metidos nuestros políticos ya nos hicieron perder la línea divisoria entre la ficción y la realidad, entre lo utópico y lo posible.
Urzúa, ex secretario de Hacienda, Bonilla, gobernador electo de Morena en Baja California y Lomelí, ex delegado en Jalisco forman parte del concierto político que emiten tonos muy altos a los que no estábamos acostumbrados. Sigo pensando que este vértigo es parte de los nuevos tiempos. Espero que estas turbulencias no sean la regla a lo largo del presente sexenio. Veremos y diremos.
El tiempo hablará.