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9/11/2017 – Monterrey.- Por la forma de operar de los elementos de la Agencia Estatal, comisionados en la Región Norte, la Procuraduría de Justicia perdió otro juicio de homicidio, porque quedó en libertad un hombre que acreditó que fue detenido ilegalmente y se decretó nula el arma que le aseguraron, supuestamente utilizada en tres ejecuciones ocurridas el año pasado.
Miguel Ángel Obregón Hernández, de 25 años de edad, fue favorecido por un tribunal colegiado en el juicio final que le desahogaron el martes y abandonó el penal del Topo Chico.
Los integrantes de un Tribunal Colegiado lo absolvieron por la ejecución de Lorenzo Alejandro Rodríguez Granados, de 25 años, a quien asesinaron el 8 de octubre frente a un amigo, cuando se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes en su vehículo Jetta, el cual tenía estacionado en calles de la colonia Santo Domingo, en San Nicolás.
También por la doble ejecución ocurrida el 3 de noviembre en la Privada Carmen Cantú Garza y Camino a Santo Domingo, en la colonia El Mezquital, en Apodaca.
Ese día, en ese lugar, fueron descubiertos los cuerpos de Miriam Natalia García González, de 35 años de edad, apodada ‘La Amistad’, y Matilde Cruz Sánchez, de 44 años.
El agente del Ministerio Público que le integró una carpeta judicial por esos acontecimientos presentó alrededor de 60 pruebas testimoniales.
Sin embargo, después de cuestionar a ese número de testigos, quienes variaron las versiones que dieron ante los investigadores, y de analizar las probanzas, los jueces resolvieron que no había quedado acreditada la responsabilidad de Obregón Hernández, quien, con ayuda de sus defensores, demostró que fue detenido ilegalmente el 26 de noviembre del año pasado.
Por la forma de proceder de los investigadores estatales, al mando del detective Alfredo Ortega Trujillo, declararon nulo el aseguramiento del arma que supuestamente se utilizó en esas ejecuciones.
Agencias
