Irlanda decide y dice sí al aborto

25/05/18.- Al cierre, se superaba en muchos de los centros de votación la participación de 2015 (62 %), después de que el primer ministro hubiese previsto hoy que la alta afluencia a las urnas beneficiaría a la campaña del «sí».

Los partidarios y detractores de reformar la ley llegaron con dudas al referéndum, pues aunque las encuestas concedían ventaja al «sí», el «no» había reducido la diferencia en las últimas semanas y todavía quedan bastantes indecisos.

Varadkar fue uno de los primeros políticos en votar, seguido de cerca por un gran número de medios de comunicación nacionales e internacionales, ante el gran interés que ha generado la posibilidad de que este país, aún mayoritariamente católico, elimine las duras restricciones del aborto, criticadas, entre otros, por la ONU y la Unión Europea (UE).

En lado opuesto, el dirigente del Sinn Féin Peadar Toibin -tercera fuerza nacional- volvió a considerar que la futura ley abrirá la puerta a los «abortos a la carta», al tiempo que se eliminará de la Constitución el «derecho a la vida» de los «no nacidos».

Toibin, uno de los activistas más visibles del «no» durante la campaña, representa la complejidad moral que tiene este asunto en Irlanda, donde los principales partidos, como el Sinn Féin, están con el Gobierno, pero han dejado que sus miembros actúen de acuerdo a sus principios.

También los grupos provida y la Iglesia católica, aún influyente a pesar de los escándalos de abusos sexuales a menores, rechazan cualquier cambio, pues creen que dará paso a la terminación de embarazos de «no nacidos» con malformaciones físicas o psíquicas.

El Gobierno ha pedido al electorado que se pronuncie sobre la eliminación de la llamada «octava enmienda», incluida en 1983 en la Constitución, y que garantiza de igual manera el derecho a la vida del «no nacido» y de la madre.

De acuerdo con esta provisión, la ley promulgada en 2013 por el Ejecutivo del Fine Gael, la primera en la historia de Irlanda, solo permite la interrupción del embarazo en circunstancias excepcionales, como cuando la vida de la madre corre peligro, que incluye la amenaza de suicidio, pero no contempla casos de incesto, violación o malformaciones del feto.

Si desaparece la «octava enmienda», el Gobierno, en el poder desde 2011, redactará una nueva legislación que podría permitir el aborto en Irlanda en todas las circunstancias durante las primeras doce semanas de embarazo y, en casos excepcionales, hasta las veinticuatro semanas.

Tras el comienzo mañana del recuento oficial, los primeros resultados provisionales podrían conocerse a mediodía, mientras que el definitivo se espera a última hora de la tarde.

Agencias