Intentan desalentar migrantes en el río

Por razones humanitarias y para proteger principalmente los derechos de los niños, se ha establecido un programa de vigilancia en el río Bravo por parte de diversas instituciones de seguridad, para evitar que personas traten de cruzar a nado, y en caso de ser extranjeros, ponerlos a disposición de la autoridad competente.
No se trata de detener a nadie, solo desalentar a los migrantes de diversas nacionalidades que han solicitado refugio al gobierno de los Estados Unidos (se estiman más de seis mil), quienes en su desesperación porque no se les ha resuelto su petición, deciden aventurarse a cruzar el río, con lo que no solo ponen en riesgo su integridad física, sino también a sus hijos, informa el Coronel de Caballería Javier Hernández Pereida, del Octavo Regimiento de Caballería Motorizado, en Matamoros.

Advertencia
Quienes a pesar del aviso insistan en buscar la manera de evadir el cerco de seguridad y entrar al agua con la esperanza de poder además burlar la vigilancia de los elementos de Migración de Estados Unidos, serán asegurados y puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración, que prevé entre medidas de apremio para desalentar dicha práctica riesgosa, la deportación a su lugar de procedencia.
Durante la semana anterior se documentaron varios casos de migrantes que sin considerar el riesgo para sus pequeños, se lanzaron al agua en el río Bravo para tratar de ingresar de manera ilegal a territorio norteamericano, aun cuando estaban a la vista de patrulleros de Migración y Aduanas de aquel país, y que estaban conscientes de que los iban a detener.

Plan “B”
En el caso de los cubanos por ejemplo, esto sucede porque forzan una audiencia con un juez de Migración, que debe considerar que llegan a su país con todo derecho de asilo, agilitan el trámite en cuestión, no los pueden deportar o poner bajo arresto sin haber presentado sus argumentos para ese beneficio, es decir, se arriesgan a cruzar así porque no tienen que esperar fecha para audiencia, sino que la provocan.
Las autoridades mexicanas, entre las que destacan Sedena, Semar, Guardia Nacional, INM, Beta, Policía Estatal, y hasta los Bomberos, se han coordinado para prevenir riesgos entre las familias que hoy recurren a esa estrategia para hacerse escuchar por las autoridades norteamericanas, exhortándoles a no asumir riesgos, a no poner en peligro a sus niños.