Hay ‘foco rojo’ en 6 ciudades por falsificar documentos

22/04/2017 – La falsificación de documentos en México representa focos rojos en al menos seis ciudades, de acuerdo con René López, del Instituto Forense Pericial de Latinoamérica, A.C.

Detalló que las principales localidades son la Ciudad de México; Tijuana; Mexicalli, Baja California; Cancún, Quintana Roo; Tonalá y Tapachula, en Chiapas.

La falsificación de documentos representa para la PGR el que abra, anualmente, un promedio de 3 mil averiguaciones previas.

De 2012 al primer semestre de 2014 se iniciaron a nivel federal por el delito de falsificación de documentos 8 mil 975 averiguaciones previas.

En lo que refiere a 2012 sumaron 3 mil 465 diligencias, de las cuales 2 mil 61 fueron de la Ciudad de México; en 2013, 3 mil 713, sin embargo, en la capital del país fueron mil 848

En tanto, datos de la PGR revelan que las entidades con más averiguaciones previas son la Ciudad de México; Baja California; Jalisco y el Estado de México.

Justamente fue en el estado chiapaneco, en noviembre pasado, en que un hombre fue detenido por llevar un pasaporte no auténtico con la fotografía del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, y su esposa, Karime Macías.

Éste no es el único caso, el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Ya-
rrington, cuando fue detenido negó su identidad y mostró una licencia de conducir apócrifa.

Tanto el Instituto Nacional Electoral y la Secretaría de Movilidad capitalina determinaron la falsedad de ambos documentos (INE y licencia) las cuales estaban a nombre de José Ángel Márquez Pérez.

El delito por falsificación de documentos, de acuerdo con el Código Penal Federal, es sancionable cuando la persona saca provecho para él o para otro y causa perjuicio a la sociedad, al Estado o a un tercero.

El delito de falsificación se castigará, tratándose de documentos públicos, con prisión de cuatro a ocho años y de doscientos a trescientos sesenta días multa. En el caso de documentos privados, con prisión de seis meses a cinco años y de ciento ochenta a trescientos sesenta días multa.

Si quien realiza la falsificación es un servidor público, la pena de que se trate, se aumentará hasta en una mitad más”, señala el Código Penal Federal.

La falsificación se comente cuando se pone una firma o rúbrica falsa, aunque sea imaginaria, o alterando una verdadera; aprovechando una firma en blanco ajeno; alterando el contexto de un documento verdadero; alterando el documento a lo ya estipulado, entre otros.

René López comentó que a nivel mundial los pasaportes tienen 80% de similitudes y cada año son modificados sus mecanismos de seguridad.

Por lo mismo, indicó que quien obtiene un pasaporte no auténtico tiene un gran riesgo de ser descubierto, y a menos de que se tengan “grandes contactos” con quienes maquilan el documento podría pasar como real.

Existe un convenio internacional donde los pasaportes tienen, en un 80%, los mismos mecanismos de seguridad… Lo primero que hacen cuando llegas a un país extranjero es pasarlo sobre un lector de luz infrarroja, mismo que está encriptado”, explicó.

René López refirió que la credencial de elector, el pasaporte y el acta de nacimiento son los documentos más solicitados para su falsificación.

Hemos encontrado (para su uso) los delitos de robo de identidad, usurpación de funciones y técnicamente quieren dar una identidad biométrica que no corresponde a la de ellos”, manifestó.

El costo varía entre cada documento y cada ciudad, aunque el promedio es de 800 pesos; sin embargo, pueden cobrarse hasta en dólares.

CON $2 MIL, UNA NUEVA IDENTIDAD
Sólo bastan unos cuantos minutos para que, en medio del caos del centro de la Ciudad de México, algún joven se te acerque ofreciéndote su trabajo de imprenta.

La Plaza de Santo Domingo y sus alrededores es un espacio donde decenas de hombres y mujeres se acercan a transeúntes para ofrecerles “facturas electrónicas o cualquier tipo de documento”.

Si se pregunta por una credencial de elector, el costo varía, 900 pesos por la antigua y 2 mil por la que es de diseño actual. Si se accede al trato, lo espera una vecindad situada en el mismo lugar.

Aquí importa la imaginación. “¿Dónde deseas que esté tu dirección? ¿Qué fecha de nacimiento ponemos? ¿Tu nombre original o lo cambiamos?”, cuestionan.

Se elige por una nueva identidad, no tiene un costo extra, todo por 2 mil pesos; pedimos sugerencias para poder hacer un nuevo rostro.

Toman una fotografía y se firma el documento. El trámite, en menos de 30 minutos.

Hora y media más tarde suena el teléfono: la credencial está lista, la nueva identidad queda para ser mostrada y no descubrirse a simple vista. Sin ver detalles podría parecer una original.

Sin embargo, en la conversación final, el hombre canoso nos refiere que este plástico sólo es para identificar; si se desea algo más profesional, es decir, para utilizarse en bancos, cuesta hasta cinco mil pesos.

Agencias