Hay 60,000 topes ilegales en la ciudad

De manera ilegal y arbitraria se construyen cada vez más topes en las calles y avenidas de Matamoros, en donde de acuerdo a las conclusiones de un estudio se calcula que hay por lo menos 60,000 de estas estructuras de asfalto y para las cuales no existe un reglamento en el estado que las permitan, advirtió ayer el arquitecto Javier Núñez Gamez.

“En el Reglamento Estatal de Obras Públicas no están permitidos los topes; en la Ley Nacional de Desarrollo Urbano y Asentamientos Humanos no se menciona como legislación los topes, no existen como para pedir un permiso”, precisó el arquitecto, quien fue director del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de 2011 a 2013.
Manifestó que estos topes los ponen en algunas ocasiones por cuestiones de seguridad para los niños y niñas en las escuelas, como reductores de velocidad, pero además de colocarse de manera ilegal, estos los construye cada quien a su manera, por lo que en muchos casos representan un peligro para peatones y conductores porque pueden ocasionar un accidente mayor.
Esto al considerar -ejemplificó- que las personas que manejan en alguna calle y avenida por arriba de 60 kilómetros por hora y se percatan de que hay un tope y no tienen tiempo de frenar, pueden dañar su carro o pueden generar un choque, además de que en la mayoría de los casos representan una obstrucción que no permite una mayor celeridad del tráfico vehicular.

Proponen reductores
“Lo que sí está reglamentado, pero en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), es el modelo de los vibradores, que son reductores de velocidad para la ciudad, que son 10 reductores de concreto, son bajos para que rebote la llanta y reaccionen los conductores”, dijo el arquitecto.
Explicó que estos reductores sí funcionan porque reducen la velocidad y son como de dos metros de largo, “y el tope no está permitido de esa manera, es discrecional, cada quien los hace como quiera”.

“No deben permitirse”
Propuso que en lugar de seguir con la construcción de más topes en la ciudad, “lo que debería de hacerse es permitir el reductor de velocidad nada más en las escuelas o frente a hospitales en donde la gente que sale tiene que cruzar la calle”.
El arquitecto dijo que es fundamental que a través del cabildo y el Gobierno del Estado para poderlos permitir se debe de solicitar al Gobierno del Estado que se legisle para que se permitan los reductores de velocidad, “y en los lugares establecidos se debe de poner un señalamiento unos 50 metros antes que le indique al que va manejado que hay un reductor de velocidad más adelante”.

Los topes no son legales

Manifestó que si una persona acude a la Presidencia Municipal a pedir un permiso para que le construyan un tope, “a lo mejor sí le dan permiso, pero sin ninguna reglamentación porque no está en el reglamento de construcción”.

Cuentan 18 mil solo en avenidas

Especificó que, “la última vez que hice un censo andaban sobre más de 18 mil topes en la ciudad, en 2005”.
Javier Núñez precisó que en ese año contaron los topes desde la avenida Constituyentes por el Sendero Nacional, hasta el Tec de Matamoros en la Ciudad Industrial; y en el sur hasta el aeropuerto hacia el centro de la ciudad, esto en un recorrido de cuatro inspectores que estaban bajo su cargo que salieron en su sectorización y con un marcador registraban los topes para poderlos contabilizar.
“Estoy seguro que nos faltó un 50% de la ciudad porque pasamos por el Sendero Nacional, carretera a la playa Bagdad, nos faltaron calles internas, pasamos por las avenidas más transitadas, como la del Niño y del Maestro y otras calles que tienen cierta importancia para circular, no las pudimos cubrir todas; por lo que es un triple de lo que sacamos, unos 60 mil topes, porque no nos metimos a las colonias”, especificó el arquitecto.