Gaceta

La frontera requiere inversión

13/09/2018 – De que hay mucho para hablar entre el presidente electo de México, Andrés López Obrador y los gobernadores de las entidades, lo hay, pero, las intervenciones del Poder Ejecutivo en las entidades del país no serán a propuesta de los mandatarios.
Hay grupos grandes de personas que trabajan en la entrega de proyectos de obras públicas y sociales, estrategias de atención y programas de apoyo a la población en dos vertientes, la vulnerable y la que necesita el respaldo del estado mexicano para ser productiva, inversiones en edificaciones y la promoción del empleo.
De Tamaulipas algunas de esas personas son coordinadas por el senador Américo Villarreal Anaya, quien espera presentar dentro de poco tiempo, un portafolio de necesidades con toda la información básica de cómo resolver las demandas pendientes de los ciudadanos.
Esta semana, cuando los gobernadores de las entidades fronterizas del norte del país estuvieron con el presidente electo, Claudia Pavlovich Arellano de Sonora, Francisco Vega Lamadrid de Baja California, Javier Corral Jurado de Chihuahua, Miguel Riquelme Solís de Coahuila, Jaime Rodríguez Calderón de Nuevo León y Francisco Javier García Cabeza de Vaca de Tamaulipas, se pesó que hay un gran campo de acción en el que todos se moverán.
El asunto es que López Obrador y su equipo de colaboradores no entablan conversaciones profundas con los mandatarios de esta región, quizá por la idea de llegar con estrategias a las cuales se sumarán los mandatarios si quieren.
En caso de que se pongan los moños, en aras de evitar que su poder político se vea lesionado, las acciones serán encomendadas a otras personas, como los representantes que ya fueron designados para cada entidad del país.
Entre los asuntos tratados con los mandatarios de la zona fronteriza del norte, estuvieron mejorar los salarios de los trabajadores, reducir impuestos y que los combustibles cuesten lo mismo del otro lado que del nuestro.
Obvio, mucho de nuevo no hay, más bien se insistió en los puntos manejados en las campañas proselitistas que, dicho sea de paso, ayudaron a la generación de votos el día de la elección.
Bajar el IVA en la frontera, es una propuesta trilladísima que, según los que saben de economía no debería de suceder, ya que, todos los mexicanos debemos ser tratados sin privilegios fiscales o de plano, que el IVA baje para todos, no para unos cuántos.
Nosotros creemos que la zona fronteriza requiere acciones de otro tipo, en especial aquellas que apunten a mejorar el desarrollo de su infraestructura urbana, invertir en obras de saneamiento básico, destinar recursos para proyectos que puedan surgir desde la investigación académica o de las organizaciones sociales, ya que, siempre de los siempres, la falta de recursos es causa de que, las fronteras estén convertidas en unidades poblaciones con características de suburbanas muy especiales.
Nada más para comenzar, la administración federal que viene, debería de conocer cuánto se requiere para tratar todas las aguas residuales de las ciudades ubicadas a lo largo de la frontera, cuánto para mejorar el abasto de agua potable y cuántos rellenos sanitarios deben de construirse para que exista el tratamiento adecuado de las basuras.
La inseguridad, ni la tocamos aquí, porque su tratamiento es, además de urgente, necesario bajo un nuevo esquema en el cual, los resultados puedan medirse semana a semana y echarle raya al mes, para que, aquello que no funcionó se elimine y se incorporen acciones de mayor contundencia.
En la frontera norte del país, las grandes inversiones para el saneamiento básico, las llevan a cabo los gobiernos municipales con el respaldo de agencias gringas, las cuales, colaboran con millones de dólares a fondo perdido, es decir, sin que deban de pagarse, porque una vez realizadas las obras y en operación, ellos también obtienen beneficios, en este caso, se evita la contaminación ambiental de la zona y con ello las enfermedades en la población.
Nuevo Laredo, es la única ciudad que tiene una enorme planta tratadora de aguas residuales, construida a principios de los 90, con una inversión federal gestionada por el gobernador de aquel entonces, Manuel Cavazos Lerma y de ahí en fuera, en Matamoros, con recursos gringos hace más de 10 años se construyeron obras de saneamiento que evitaron la pestilencia en los dos lados de la frontera.
Si López Obrador quiere hacer productiva la frontera norte, debe pensar también en inversiones fuertes, muy fuertes de su administración, no sólo en bajar los impuestos para que la gente de aquella región le aplauda y que algunos gobernadores sientan que fueron escuchados, porque ellos también están a favor de ese tipo de medidas, que si bien no les pegarán en forma directa e inmediata, será a mediano plazo y en la bolsa o mejor dicho en las participaciones, porque menos ingresos será equivalente a disminución en las participaciones federales a Estados y Municipios.
La foto del presidente electo con los mandatarios estatales grandiosa, denota un buen ánimo de todos, gran afán de colaboración y por la oportunidad en que se da garantiza a ambos, la aprobación ciudadana del momento, sin inversiones y sin resultados palpables sobrevendrán las críticas.