Gaceta

Elección y sus lecciones

3/07/2018 – Pueden contarse por decenas y decenas las lecturas del proceso electoral de este domingo deja a los mexicanos, anden o no en la política.
Que la tercera fue la vencida y que Andrés López Obrador no tendrá que irse a su rancho, se quedará a vivir en la Ciudad de México y despachará en Palacio Nacional.
Se antoja difícil entender que los partidos tradicionales dejaron ser funcionales y que, lo peor, ni las coaliciones permiten ganar el apoyo de los ciudadanos electores.
Quizá no son suficientes cinco meses de precampañas y campañas para convencer a los mexicanos del valor de una corriente política, se necesitan mínimo 12 años.
También, que las candidaturas independientes, concebidas como una alternativa para encauzar proyectos políticos ciudadanos no dieron la competencia a los partidos y que podrían funcionar mejor en elecciones municipales o distritales.
Se aprende que las campañas de ataque, quedan fuera del encuadre ciudadano y que, cuándo son en corto y con letreros en la mano, el atacado resulta favorecido con el respaldo de las personas
Las propuestas sobre propuestas se quedan cortas frente a promesas bien articuladas, es decir, registra mal insistir en solucionar la inseguridad y bien atender a los pobres.
Hubo un mensaje claro, los votos dijeron que los esquemas administrativos de los partidos tradicionales son inadecuados, porque se cometen errores imperdonables como la corrupción, de ahí que naciera el gusto por otra corriente política en la Presidencia de la República.
Que los mexicanos optaron por la izquierda, como válvula de escape, por los malos resultados de las otras corrientes.
Llama la atención saber que el fanatismo por la izquierda en la Ciudad de México y el sureste del país, permeó a todo el país, con intensidad tal que se convirtió en el efecto López Obrador y que produjo más senadurías y diputaciones federales de las que se esperaba.
Un punto y aparte para señalar que los ciudadanos creyeron y nunca dudaron del proyecto de nación, del ganador de la elección presidencial del pasado domingo y que, tal fue su confianza, que se convirtió en votos y votos para posicionar bien a la izquierda en el Gobierno de la República.
Hay quienes consideran que la mezcla de ideología de los personajes que ingresaron al partido que ganó las elecciones presidenciales, eran mal vista, pero, se articuló de tal manera que contuvo el avance de la derecha y mantuvo a raya a los del centro.
Es de tomar en cuenta aquellas lecturas que se refieren a la organización de las elecciones, porque el presupuesto destinado a hacer la democracia, es una de las mejores inversiones sociales del país, dado que, no hay problemas postelectorales de ningún tipo.
Esto vale, y vale mucho, a pesar de que, quienes detentan el poder deban de resignarse a dejarlo en unos meses y a cuidar muy bien la salida, porque muchos habrá que vean más errores administrativos que no están sumados a los escándalos políticos que nos ha tocado ver.
Otra gran lección de las votaciones es que, contra la presencia de los ciudadanos en las casillas para recibir y contar los sufragios, no existe manipulación que prospere en aras de ensuciar los resultados.
Hubo lecciones de valentía política, porque salir a decir a los mexicanos que se perdieron las elecciones no cualquier lo hace con la entereza que lo vimos en el rostro y los escuchamos en las palabras de quien fuera candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña.
Que todos los que participaron en la contienda reconozcan al ganador, no tiene precio, porque se evitaron broncas innecesarias, sobre todo, cuando votos y porcentajes marcaron la diferencia entre candidaturas y coaliciones, por tanto, ninguno de los que perdió tuvo la oportunidad de pensar en inconformarse o protestar en la vía pública.
Además, el único que podría hacerlo, fue ahora el ganador en las urnas y con el triunfo en las urnas, se pondrá a trabajar en proyectos y acciones que le permitan cumplir cada promesa realizada, porque los ciudadanos no quieren esperar mucho por mejores salarios, por la reducción de impuestos y el menor costo de la gasolina.
Lección es que algunos gobernadores del país decidieran agruparse por sí o por no, para trabajar juntos el sexenio que viene, aunque eso nunca se vio como una gran duda respecto a la candidatura de Ricardo Anaya Cortés, pero, que en realidad eso fue, porque se fue grande contra el Gobierno de la República.
Respecto a las elecciones locales, resulta que tuvimos voltereta en varios municipios, Madero, que era panista, fue ganado por Regeneración Nacional, con un candidato al que se le pusieron mil trabas para evitar que se registrara.
En Matamoros nadie esperaba que un resultado como el que dejó la elección municipal, el rechazo brutal de los ciudadanos contra el panista Carlos García González, quien pidió licencia como diputado para irse a despachar de alcalde, quedará como la lección para la vida.
Casi en los mismos términos tiene que pensarse para el alcalde Jesús de la Garza Díaz del Guante que buscaba la reelección y que, como su compañera de Tampico, la maestra Magdalena Peraza Guerra, se quedó en la raya.
Lección ciudadana es que el doctor Américo Villarreal Anaya, haya tenido la confianza de los tamaulipecos para convertirse en ganador de la senaduría y que, los votos generados a partir del efecto López Obrador, alcanzaran para que, seis de las nueve diputaciones federales queden en manos de candidatos de Regeneración Nacional.
Especial es la lección para Eduardo Gattas Báez, quien fuera candidato a la presidencia municipal de Victoria, porque la percepción de los ciudadanos hacia su persona es inadecuada, ya que, nadie espera que sacase más votos la candidata a diputada federal de Regeneración, Reyna Garza Hinojosa, que llegó al reparto de candidaturas casi al último.
En el escenario de las lecciones, obvio que las hay a futuro mediato y largo, por lo pronto, la elección local del año próximo para cambiar a los diputados del Congreso Local, podría originar una Legislatura regeneracionista que desplazará de las curules a priístas y panistas.
Lección será que, de que solo haya una diputada de regeneración ahora, dentro de un año haya más de 15 de mayoría y los plurinominales que se agreguen.
Lección será que el ganador de la elección de senador por el partido Regeneración, Américo Villarreal Anaya, se convierta en el candidato natural para la gubernatura del estado en el 2022 y que, las otras corrientes políticas se queden chiflando en la loma.
Lección actual es que, por los resultados de la elección presidencial y legislativa, tanto administraciones priístas del país como panistas, tienen que revisar los procedimientos usados en la aplicación de los recursos, para que, el año que viene no tengan que justificarse ante la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y de los ciudadanos, porque las cosas no estuviesen justificadas de acuerdo a la Legislación.