Gaceta

Día del Maestro, gloria o pena

16/05/2018 – Hace unos días, en un documental relacionado con las profesiones y su importancia para las naciones, uno de los disertantes solicitó al público joven que levantase la mano quienes querían ser maestros.
Para él no fue sorpresa que nadie levantara la mano, quizá porque la respuesta fue la misma con otros públicos, sin embargo, para quienes seguíamos el contenido del documental sí lo fue, ya que, pensamos que al menos una media docena asintiera que sí.
El comentario inmediato del analista fue en negativo, pues cuestionó que cómo esperamos que el futuro sea mejor para las naciones, si ya nadie quiere ser maestro para preparar a las generaciones futuras.
En el pasado, había decenas en cualquier grupo de personas que aspiraba a ser maestro, de ahí que las Escuelas Normales y las de Pedagogía, siempre tenían abultadas inscripciones, en el entendido de que, ser maestro, además del gran compromiso con la sociedad, era una profesión que se pagaba bien.
Incluso, el sueldo alcanzaba para dos, ya que, era toda una profesión sin título, ser esposo de maestra, pues era sinónimo de no tener que buscar chamba, si se tenía mucho que hacer en el hogar.
En la actualidad, a pesar de las aspiraciones de quienes trabajan frente a grupo, para que sus ingresos mejores de manera sustantiva, al menos, en la última década el aumento a sus salarios ha rondado entre el tres y cuatro por ciento anual, mientras que, el aumento de precios, ha superado al 10 o 15 por ciento anual.
Los maestros con mejores salarios en el país, fueron menos en los últimos 15 años. De acuerdo a datos del INEGI, en el año dos mil el 35.9 por ciento de los docentes ganó más de cinco salarios mínimos, cifra que, disminuyó al 25.1 por ciento en el 2014 y se ubicó apenas por encima del 22 por ciento en el 2017.
Resulta difícil decir que el salario promedio de los maestros es de 72.4 pesos por hora y laboran un promedio de 30 horas a la semana, por tanto, tienen un ingreso promedio de dos mil 215 pesos, es decir, casi nueve mil 500 pesos al mes, poco o mucho, tendría de manera necesaria que cruzarse con las necesidades que la familia de un maestro normal tiene, aunque, la realidad será siempre difícil, sobre todo de la Reforma Educativa para acá en el entendido de que, los profesores dicen que tienen más chamba ahora que antes y con el pago casi igual que en el 2014, cuando inició la reforma.
En el caso de los maestros de instituciones de educación superior, la situación es similar, ya que, la hora se paga entre 120 y 150 pesos, pero, ahí, la cantidad de trabajo no es la misma porque dependerá de la demanda de sus materias. En la educación superior hay como en la educación pública y básica profesores de tiempo completo, quienes, a pesar de ello, no completan para tener una vida libre de presiones económicas.
Algo que sí es cierto, es que los profesores son quienes gozan de mayor estabilidad laboral, ya que, casi el 90 por ciento de ellos cuenta con contratos por tiempo indefinido o plazas hasta la jubilación, mientras que el otro 10 por ciento tiene contratos temporales. Las cifras de esta certeza laboral, son muy parecidas entre hombres y mujeres, diferencia de un cinco por ciento entre ellos y ellas.
Es en función de esa seguridad laboral, que las condiciones de seguridad social bajo las que trabajan los maestros existen, ya que ese casi 90 por ciento cuenta con servicio médico y tiene asegurada su jubilación.
Desde la perspectiva de los enojados trabajadores de la educación que se sienten insatisfechos con lo que ganan, a pesar de que, comités seccionales como el del Sindicato de Maestros de la entidad que tiene a su cargo el profesor Rigoberto Guevara Vázquez, dicen trabajar para mejorar sus condiciones económicas, la educación mejorará cuando se pague bien a los profesores.
El Día del Maestro, es positivo o glorioso, para darle la connotación que requiere, porque su papel en la sociedad es indiscutible y determinante, puesto que, detrás de cualquier persona hay una maestra o maestro que lo ha marcado para mal o para bien, todo bajo la premisa de que, siempre habrá que agradecer a los maestros por su dedicación y paciencia para enseñar.
La otra parte, que da pena, es la de los salarios, porque hay muy pocos profesores de aula que están contentos con lo que ganan y conforme pasa el tiempo, creemos que hay más en esta penosa situación, cuándo, debiera ser al revés.
El Día del Maestro que fue este martes, se celebra en México desde 1918, es decir, se cumplieron los primeros cien años, tras la firma de un decreto del presidente Venustiano Carranza, mediante el cual se honra la labor de los profesores y catedráticos mexicanos. La propuesta inicial para la celebración del Día del Maestro, era que se instituyera una fecha específica para ello y que fuese el 15 de mayo, que era la fecha conmemorativa de la toma de Querétaro. La iniciativa fue aprobada en 1917 y al año siguiente se celebró el primer Día del Maestro en nuestro país.
También la fecha fue definida como un reconocimiento a San Juan Bautista de La Salle, quien fuera un sacerdote y pedagogo francés innovador, que consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de su época y, como un 15 de mayo de 1950 fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia, la juventud y universal de todos los educadores, por el Papa Pío XII, el 15 de mayo es el Día del Maestro.
En Tamaulipas como en el resto de las entidades del país y desde luego a nivel nacional, hubo eventos para festejar a los maestros, es tradicional que autoridades estatales y municipales, se reúnan con las dirigencias sindicales y entreguen sendos reconocimientos a los maestros que cumplen más de 20 años en su trabajo.
Les dan un reconocimiento escrito, una medalla y un cheque por una cantidad que a todos les cae de perlas porque les servirá enormidades en lo familiar.
Se dan discursos elocuentes, con palabras que hacen sentir bien a los trabajadores de la educación y, tras cumplirse el protocolo y terminado el día libre, al 16 de mayo estarán en su escuela, en el aula, para cumplir con su tarea de enseñar y formar a las generaciones del país.
Felicidades a los maestros de todos los niveles que imparten clases y en especial para aquellos que, desde su casa porque ya están jubilados hacen cuentas de su gran desempeño en las aulas y a favor de la sociedad.