Gaceta

Salarios, el gran pendiente pese a desfiles

3/05/2018 – Quiérase o no, en el Día del Trabajo se habló mucho de los salarios que cualquier persona tiene y que, comparados con los precios de los insumos que requiere para vivir, se quedan cortos, muy cortos.
Desde luego, a ello se debe que la COPARMEX, haya planteado en este inicio de mayo, que las autoridades volteen a ver las necesidades reales de las personas, es decir, que se tome en cuenta la línea de bienestar indispensable para un mejor desarrollo de las familias mexicanas.
El salario mínimo anda en los 88 pesos con 36 centavos desde el uno de enero pasado, según resolución de la Comisión Nacional de Salario Mínimos que tiene a su cargo, Basilio González Núñez y que fue avalado por el Consejo de Representantes de las empresas, Alfredo Hernández Martínez, en el entendido de que, otra cosa son los salarios mínimos profesionales, que están por encima de los 99.99 pesos hasta los 121 y 122, estos últimos corresponden a empleados que operan maquinaria pesada.
En el Día del Trabajo, hablar del salario fue considerado en algunas mesas de diálogo como un sacrilegio, porque una cosa muy diferente es aquello que se gana diario y otra el costo real de la cosas en las ciudades de la entidad, en el entendido de que en algunas es más caro que en otras.
Incluso, fue risible la afirmación de algunos en el sentido de que, el uno de mayo no hubo mucho que celebrar, porque, si era el Día del Trabajo y no hay chamba, poco o nada había que celebrar.
Es más, en algunos municipios se echó de menos a los tradicionales desfiles, aunque, las organizaciones sindicales las sustituyeron con paradas, es decir, eventos tipo manifestación en donde los oradores hablaron de la importancia que tiene para la clase obrera, recordar la lucha que libraron sus compañeros de otras épocas para el disfrute de ocho horas de trabajo, revisión de los contratos colectivos de trabajo, la existencia de prestaciones y derechos, así como, la existencia de condiciones propicias para la inversión de las empresas.
Un análisis con datos de enero de 1993 a la fecha, es decir, de un cuarto de siglo, indican que el crecimiento promedio anual de los salarios mínimos, es de dos pesos con dos centavos por año, ni siquiera llega a los tres pesos, aunque, debemos de considerar que, desde el establecimiento de la zona única de salario mínimo, el incremento fue notorio, porque, de enero del 2015 cuando era de 70 pesos con 10 centavos, pasó a enero del 2016 a 73 pesos, a enero del 2017 tuvo su mayor salto, al pasar a 80 pesos, es decir, siete pesos más.
Para enero de este año, el aumento fue a 88 pesos con 36 centavos, ocho pesos más que el año pasado, sin embargo, está claro que esta cantidad todavía queda muy lejos de la línea de bienestar trazada en los 98 pesos con 15 centavos. Faltan 10 pesos.
Se supone que, al margen de las demandas sindicales para mejorar los salarios de los trabajadores, hay un movimiento gubernamental que tenía como objetivo alinear los salarios mínimos a la línea de bienestar en este mes de mayo, es decir, obtener una respuesta favorable de las empresas para elevar en nueve pesos con 79 centavos el salario ya.
Información surgida en la Secretaría del Trabajo, indica que los empresarios de COPARMEX buscaron abrir una mesa de negociación para destrabar el salario mínimo y llevarlo a los 98 pesos con 15 centavos que se necesitan para que cumpla al cien por ciento de la línea de bienestar, para que la población asalariada pueda resolver el 10 por ciento que falta para que el salario mínimo sirva para completar la canasta alimentaria y no alimentaria que considera el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL.
Ahora que, si de maestros hablamos, por aquello de que su día está cerca, tenemos que asociarlos con el mismo tema de los salarios, ya que, hay negociaciones, se supone que, desde hace varias semanas, para definir un aumento notorio a sus percepciones, aunque la realidad es que, no será así, porque se quedará en 3.4 por ciento, es decir, respecto al año pasado lograron el 0.32 por ciento, aunque tendrán uno por ciento para fortalecer sus ingresos y el 1.7 por ciento a sus prestaciones, así como, el 9.7 por ciento de aumento a la compensación por actuación y productividad y por eficiencia del trabajo un 11 por ciento.
Dicen los enterados que todavía se le mueve algo a esto del aumento al salario salario de los profesores, según esto, porque hay varios secretarios del gabinete estatal que se comprometieron a respaldar los planteamientos de los trabajadores de la educación con una mejor propuesta que pudiese aprobar el gobernador de Tamaulipas.
Todo dependerá de que tanto se haya aplicado desde una perspectiva educativa, el dirigente magisterial, profesor Rigoberto Guevara Vázquez y que, su paisano el secretario de Educación, Héctor Escobar Salazar, haya dejado en un lado su camiseta fina y se haya puesto la de los maestros, quienes viven con la esperanza de que las cosas cambiarán a su favor.
También debe de considerarse otro tipo de perspectiva, la política, solo que esa debe negociarse en otra parte de la administración estatal, en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno.

Los otros
Más de 100 trabajadores sindicalizados de la UAT se capacitan y se certificarán en actividades básicas como plomería, electricidad y ebanistería, que tiene que ver con su trabajo en la Universidad.
Para dar formalidad a la colaboración entre instituciones, el Rector José Andrés Suárez Fernández y la dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de la UAT, Verónica Trejo Zúñiga, firmaron un convenio de colaboración con el ITACE, al cual acuden los empleados de la Universidad.
Por otro lado, y ya andamos en asuntos de la UAT, con el inicio del mes de mayo, el semestre que corre en las facultades, entra en su fase final, es decir, se llega al momento de cerrar el contenido de las materias y llega la hora de los exámenes y presentación de trabajos finales.
Pronto, en menos que canta un gallo, el Rector Suárez Fernández, acumulará su primer semestre en el cargo, si tomamos en cuenta que fue a principios de enero, cuando las riendas de la UAT le fueron entregadas por su antecesor, el contador Enrique Etienne Pérez del Río.
Por allá en el sur de la entidad, los organizadores de la visita del candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés López Obrador, se quejaron de que los completaron, porque hubo distribución de volantes en los que plasmó que el evento previsto para llevarse a cabo en la playa Miramar se había suspendido.
Obvio, boicot innecesario, porque con eso se crecerán los aliados del izquierdista tabasqueño y sobre todo quienes le organizan los eventos.
Responsables del complot, pueden ser desde el diputado local, Joaquín Hernández Correa, hasta el alcalde Andrés Zorrilla Moreno, sin dejar de lado a otros que andan de candidatos por otras vías, como Jesús Olvera Méndez, que quiere ser alcalde por la vía independiente.