Gaceta

Que se debata Ley General de Partidos

En ocasión de su visita a Tamaulipas, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, también habló con los universitarios, en una charla conferencia en la cual hizo un recuento de los 40 años de reformas y cambios en materia electoral.
Hablaron de los desafíos de la democracia, del descontento con la política, el desencanto con la democracia y los desafíos de los tiempos actuales, que, por supuesto ya no son ni los ciudadanos, ni los partidos políticos, sino la intención que tiene el Gobierno de la República para asestar un duro golpe a los organismos encargados de la realización de las elecciones, porque ahora resulta que le cuestan mucho al Estado mexicano, cuando en realidad son la parte más importante de la estabilidad política de la nación.
De un asunto en el que no existen problemas, porque las elecciones en México tienen un alto grado de credibilidad, ya que, el primer resultado obtenido en las urnas es el que prevalece a la hora del conteo oficial de los votos, porque la tendencia del sufragio se mantiene como un juicio ciudadano sin reversa.
Córdova Vianello, no está en contra de la perfección de las leyes electorales, pero, sí de aquellos factores simples o ideas no soportadas en razones o investigaciones electorales, pretendan usarse para minimizar la tarea de los órganos electorales tanto del país como los que funcionan en las entidades para los procesos locales.
Es el momento de hacer entender a los legisladores del Congreso de la Unión que, una orden presidencial no es la pauta para borrar de un brochazo el trabajo de miles de personas que dedicaron tiempo para la investigación y conocimiento para generar un modelo electoral que es referente para otros países democráticos, porque pueden resolverse situaciones donde hay contexto de violencia, existe capacidad para combatir las noticias falsas en los proceso de elección y concretar determinaciones como la paridad de género en las candidaturas y desde luego fiscalizar a los actores del proceso electoral, para que, los recursos destinados a las elecciones sean usados conforme lo previenen las leyes.
El presidente del INE, defiende en cada foro al que asiste, el éxito de las elecciones mexicanas, porque es el momento preciso para potencializarlo, ya que, está en ciernes una Reforma Electoral impulsada por una corriente nueva en la política del país, incapaz de reconocer el avance en la organización de las elecciones y la consolidación de leyes que generan estabilidad política en el país.
Si hubiese algo que cambiar de la Legislación Electoral, quizá pueda señalarse la Ley General de Partidos, frente a la posibilidad de que, como actores principales de las elecciones, se quedaron atrás en su responsabilidad frente a los ciudadanos y quizá a ello se deba que los que pretenden respaldar una reforma política en la que se diluyan presupuesto y responsabilidades a los órganos electorales, no sea lo justo.
Para el 2020 y los años que siguen los gobiernos de las entidades del país no tienen pensado reducir los recursos para la democracia, es por ello que, instituciones como el IETAM ya presentaron una propuesta que será respaldada para convertirla en presupuesto a partir del cual se llevarán a cabo las actividades previstas para un año, como el que viene, en el cual no hay elecciones, pero, sí mil cosas que hacer para preparar las elecciones del 2021 y del 2022.
Al INE tendría que irle igual porque el profesionalismo de sus funcionarios y el cumplimiento de la Legislación federal, son una divisa que no tiene igual, para mantener las actividades propias de un organismo que sabe organizar elecciones y establecer los puntos que cada actor de los procesos tiene que cumplir.