Gaceta

La democracia en riesgo

Mientras que, los partidos políticos y sus candidatos están metidos en territorio para la búsqueda del voto a fin de ganar las elecciones del dos de junio venidero, los analistas de la democracia andan por las nubes.
Cada quien su cuento, dirían en la famosa banca del Zócalo de Acapulco, allá en el estado de Guerrero, pero, dos cosas son interesantes, una, que jalar la participación de los electores cada día es más difícil por la intencionalidad de comercializar el sufragio y la otra, porque las personas no están a favor ni de partidos ni de candidatos, menos cuando se trata de elegir a diputados.
Para quienes andan en territorio, el tiempo se acorta y las actividades parecen no ser suficientes respecto al objetivo de ganar las elecciones.
En las nubes, los estudiosos de la democracia, apuntan que, con desigualdad no puede existir, como lo afirmó la directora del Departamento de Inclusión Social de la Organización de los Estados Americanos, Betilde Muñoz-Pogossian, en la conferencia que dio en el ciclo realizado por el INE.
De ahí su llamado a no permitir que la desigualdad coexista con la democracia, para lo cual se requiere erradicar las acciones que discriminan o limitan los derechos de los ciudadanos, porque se antepone a la realidad deseada, es decir, que, a mayor goce de los derechos económicos y sociales, así como, beneficios de la cultura, habrá mayor gobernabilidad y viabilidad democrática.
Claro que, sus advertencias son válidas, como también lo es, tomar en cuenta aquellas herramientas que permitan nivelar las desigualdades de manera progresiva, entre ellas la inclusión, una mejor redistribución económica y el afán de la consolidación de la democracia en naciones como México.
En el ciclo de conferencia organizado por el INE, se habló de conclusiones, entre otras cosas que, una elevada desigualdad no fortalece la democracia, aunque, hasta ahora, se aprecia una coexistencia que ya no debe de permitirse, porque derivará en eso que los candidatos se encuentran en territorio, es decir, que los ciudadanos sólo se comprometen a votar si la respuesta a sus peticiones es inmediata, de lo contrario mantienen la oferta al mejor postor.
Se supone que el ejercicio de la política resuelve esas desigualdades de las que hablan los analistas, pero, personas pasan por los cargos públicos y ahora de todos los partidos, porque ya existe la alternancia, sin que, esa desigualdad que le pega a la democracia se termine según los estudios de expertos.
Por lo pronto, lo elemental es que, los ciudadanos en un ejercicio cívico de gran calado, decidan participar en las elecciones que vienen, para legitimar los cargos en el Congreso del Estado, al fin y al cabo, las desigualdades no se acabarán de aquí al dos de junio y tampoco el uno de octubre cuando, los ganadores de las elecciones legislativas tomen posesión de sus cargos.
Por cierto, de que el Congreso del Estado designará el Fiscal de Delitos Electorales de Tamaulipas, lo designará, solo que, la tardanza en hacerlo, tiene que ver con la adecuación de los cargos tras la desaparición de la Procuraduría General de Justicia de la entidad y la creación de la Fiscalía General del Estado.