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Vivir la Semana Santa

19/04/2019 – Siempre se ha escuchado a los obispos de la Iglesia Católica, decir que las personas deben de dedicar tiempo de las vacaciones de Semana Santa a las celebraciones que esa institución lleva a cabo, en virtud de ser un período instituido para recordar aquello que aconteció con el hombre que cambiaría el mundo desde una perspectiva espiritual.
Razón o no, sobre el desapego a los asuntos de la Iglesia y la preferencia por el asueto en playas, la fiesta y las comilonas, la Semana Santa es, dentro del calendario de la cultura cristiana, una de las fechas relevantes, porque se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Todo comienza con la imposición de la ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma y después el Domingo de Ramos que marca la entrada de Jesús a Jerusalén, donde es recibido con hojas de palma y ramas de olivo.
En ese calendario de celebraciones, es el jueves, es decir, un día como ayer, de la Semana Santa, en el que se llevó a cabo la última cena del profeta antes de ser crucificado y en la cual presenta la Eucaristía, mediante la presentación del pan y el vino. Luego de ello, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos, donde pasó la noche y donde fue arrestado.
El obispo de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, llama a los feligreses a participar en las celebraciones de la Iglesia Católica y disfrutar de las vacaciones que llevan el nombre de la fecha establecida en el calendario de la cultura cristiana y plantado en un escenario de positivismo, espera que, este día, la gente acuda a las iglesias.
Ello en virtud de que es considerado como el más grande por los acontecimientos que se registraron, hace mil 986 años en que se vivió la pasión de Cristo, su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilatos, la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión.
Cada ciudad en México, tiene una forma particular de celebrar la Semana Santa y, reconocida a nivel mundial, es la que se lleva a cabo en Iztapalapa, que reúne a miles de actores y personas que organizados desde muchas semanas antes, dan vida con un gran realismo a todo aquello que sucedió el Viernes Santo.
En Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, el fervor católico no se queda atrás y se lleva a cabo la representación de la Pasión y Muerte de Jesús, con un evento que inicia a manera de procesión por las principales calles de la ciudad y termina con la crucifixión allá por el rumbo del Santuario de Guadalupe.
El complemento de celebraciones de Semana Santa, se dan el Sábado de Gloria y desde luego el Domingo de Resurrección, éste último, cuándo Jesucristo tras resucitar y salir de la tumba, va a encontrarse con sus apóstoles antes de subir al cielo, por tanto, es el día más importante para los católicos y desde luego, el más alegre, porque se cumplió con las profecías, al consumarse que el salvador del mundo hizo su trabajo en la tierra, con su muerte pagó por los pecadores y volvió con su Padre.
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año, sin embargo, para muchos católicos se convertido en ocasión para descansar y divertirse, situación que es motivo de señalamientos por los sacerdotes, ya que, desde su perspectiva los ciudadanos se olvidan de dedicar tiempo de la semana a la reflexión y la oración, de ahí que, busquen que, para vivir la Semana Santa, debe de darse a Dios el primer sitio y eso es, mediante la participación en las celebraciones que cada Iglesia tiene y lo hace a su manera.

Los otros
Los detractores de Tamaulipas que radican en el vecino estado de Nuevo León, deben de retorcerse en sus asientos, porque contra sus deseos de evitar que la gente de allá viniese a disfrutar de los atractivos turísticos de Tamaulipas, sus paisanos abarrotaron las carreteras para trasladarse a las playas de Madero, Aldama, Soto la Marina y Matamoros.