Fiscalía entrega restos y tras sepelio aparece viva la víctima

Hace casi 20 días, la familia Martínez Tijera lloró la muerte de Jonathan luego de recibir el cuerpo del servicio forense de la Fiscalía General de Morelos: le lloraron, lo velaron y lo enterraron en el panteón municipal de Yautepec, pero no era su consanguíneo, porque él se halla en un centro de rehabilitación para alcohólicos.

Ante esa denuncia de la familia, la fiscalía emitió un comunicado y los responsabilizó de la identificación del cuerpo, incluso, asegura que los hermanos de Jonathan tuvieron frente a ellos el cadáver, lo que se contrapone con la versión de los Martínez Tijera.

En menos de un mes, la familia pasó de la zozobra de no localizar a Jonathan —a quien creyeron víctima de la delincuencia—, al dolor de creerlo muerto y luego a la conmoción de encontrarlo vivo, pese a que las autoridades de la fiscalía estatal les confirmó lo contrario.

El pasado 16 de enero los hermanos de Jonathan acudieron al servicio forense en Cuautla para que se les entregara el cuerpo, ahí se entrevistaron con quien dijo ser el responsable del lugar.

Según José Rafael Tijera, el encargado les aclaró que el cuerpo se encontraba en estado de putrefacción y que no podían verlo. Les pidió una fotografía, la entregaron y aseguró que el cadáver “sí se parece”.

Los hermanos esperaban identificar el cuerpo el de su hermano quien tiene la cicatriz de una operación en el vientre y otra en un glúteo, un tatuaje cerca del corazón con el nombre de su hija “Danae” y la falta de dos dientes frontales, pero no se los permitieron. Quince días después se descubrió el error al hallarlo en un centro de recuperación.

LA CAJA ESTABA SELLADA: ABOGADO

El abogado de la familia Martínez Tijera, Miguel Ángel Rosete Flores, fustigó a la fiscalía de Morelos por señalar abiertamente a sus clientes, pero sobre todo por responsabilizarlos cuando los ciudadanos no tienen el conocimiento y la experiencia para reconocer cadáveres, además de que nunca lo tuvieron frente a ellos.

El cuerpo se los entregaron dentro de una caja mortuoria sellada, lo cual pudieron constatar cuando estaban en el velorio en la casa de la familia, así lo denunció el litigante.

Agencias