Fiscal de la Corte Penal Internacional pide juzgar a EU por crímenes de guerra

3/12/2016 – Fatou Bensouda es la primera mujer al frente de la Corte Penal Internacional (CPI), el único organismo internacional permanente destinado a juzgar el genocidio y los crímenes de guerra y contra la humanidad. Cuando asumió el cargo en 2012, después de que el argentino Luis Moreno cumpliera su mandato oficial de nueve años, anunció que iba a trabajar «con y por las víctimas de conflictos masivos y terribles».

Cuatro años después, en una entrevista concedida a ‘El Confidencial’, la fiscal jefe del CPI se muestra «totalmente convencida» de lo que hace y subraya que ejerce su trabajo «siempre con independencia, sin miedos o favores»: «Mi máxima es la justicia», subraya.

Y así lo ha demostrado con su último informe, probablemente el más controvertido de todos, en el que denuncia que las fuerzas armadas estadounidenses y la agencia de inteligencia CIA habrían cometido crímenes de guerra en Afganistán, entre los años 2003 y 2004.

No obstante, se trata de un documento que recoge los exámenes preliminares, la etapa previa al inicio de una investigación que podría concluir en un proceso judicial. «Primero debemos concluir los estudios para determinar qué tipos de crímenes fueron cometidos, la gravedad de los mismos, el interés que tiene eso para la justicia y si está en beneficio de las víctimas», explica al citado medio.

De momento, lo que ha anunciado el CPI es que «existe una base razonable que permite creer que, durante el interrogatorio de estos detenidos, miembros de las fuerzas armadas estadounidenses y de la CIA, recurrieron a métodos constitutivos de crímenes de guerra» durante los años 2003 y 2004, cuando George W. Bush era el presidente de EE.UU.

Para la fiscal, que fue elegida por la revista ‘Time’ como una de las cien personas más influyentes del mundo en el año 2012, ya es hora de «revisar qué ha pasado durante esos años en Afganistán y de aclarar las cosas».

Sin embargo, el informe llega en un momento en el que la institución atraviesa una crisis de credibilidad y necesita demostrar a sus Estados miembros que se trata de un tribunal imparcial en sus decisiones. En los últimos meses, Sudáfrica, Burundi, Gambia y Rusia se han retirado del CPI al considerar que el tribunal tiene una visión sesgada y que solo ha servido para procesar a los líderes africanos, ignorando los crímenes cometidos por otros Estados occidentales.

Agencias