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25/11/15.- Con tan sólo una mordida es posible paladear todo un festín de sabores.
Las tortas o guajolotas son un auténtico manjar nacional que, a más de uno, sorprende por su complejidad de sabor y forma única.
Ricardo Muñoz Zurita, en su Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, define esta preparación como aquel bolillo, telera o algún otro pan abierto por la mitad untado con mayonesa, crema o frijoles y relleno de algún producto de origen animal.
«Se elaboran en distintos lugares del País y algunas regiones tienen estilos de tortas muy famosos.
«Por ejemplo, en Puebla se preparan las cemitas compuestas; en Guanajuato, las guacamayas, y en Jalisco, las tortas ahogadas», señala en el texto.
Otra distinción de las tortas son los ingredientes particulares que se le añaden, dependiendo de la región.
En México destacan las tradicionales, como las de jamón, milanesa, pierna, salchicha, bacalao a la vizcaína, queso de cerdo y la cubana.
Y para degustarlas, el ritual no dicta un horario específico, ya que pueden paladearse en cualquier momento.
Agencia Reforma
