En Concreto

René Juárez / o el mea culpa del PRI

El catálogo de errores políticos perpetrados por el PRI a lo largo de sus últimos 45 años, reconocido por RENÉ JUÁREZ CISNEROS al presentar su renuncia a la dirigencia nacional, no es sino el mea culpa repetido cíclicamente por ese instituto tras sus catástrofes electorales.
El PRI, hoy en manos de CLAUDIA RUIZ MASSIEU [es decir, de CARLOS SALINAS DE GORTARI], reconoció en boca de JUÁREZ CISNEROS el pecado capital que lo ha llevado de tumbo en tumbo, elección tras elección: “se alejó de sus bases y no escuchó a su militancia”.
¿Cómo aplicar esa exposición en el PRI-Tamaulipas, cuando la elección de SERGIO GUAJARDO MALDONADO como presidente del Comité Directivo estatal fue sometida al «cedazo» de las mayorías?
Échese ese trompo a la uña.
[¿O de cuál mayoría habla el ahora ex presidente nacional del PRI?].
JUÁREZ CISNEROS, quien renunció al interinato que cubrió tras la separación de ENRIQUE OCHOA REZA del CEN del PRI, quien a su vez cubría la declinación de MANLIO FABIO BELTRONES, quien dejó el partido tras la crisis del 2016, invocó una sentencia política que ya se ha hecho recurrente en el Revolucionario Institucional:
“Llegó la hora de la transformación a fondo”, dijo, como si las transformaciones anteriores hayan sido -como él mismo lo reconoció- “desde su fundación hasta la fecha, cambios cosméticos muy lejos del nivel de profundidad que la ciudadanía exigía y cometió el error -puntualizó- de no escuchar el reclamo de democracia interna y por ello esta derrota, que debe ser tomada como un llamado para refundarse”.
Y precisa:
“No se trata de repartir culpas ni individualizar responsabilidades”, proclama, pero convoca: “asumamos todos la parte que nos corresponde”, al reconocer que el Partido Revolucionario Institucional se alejó de sus bases y no escuchó a su militancia, “cosa que ahora debe de hacer -aconseja- para recuperar su sitio en la sociedad”.
Y tras reconocer que el partido no se transformó a la velocidad ni a la profundidad que la ciudadanía requería, consideró que “del tamaño de la derrota tendrá que ser nuestra transformación”.
Y su mea culpa:
“También es necesario reflexionar -propone- cómo construir un partido para servir a la gente, aprender las lecciones de una sociedad que se abrió mientras nosotros nos cerrábamos y emprender la auténtica transformación del partido, porque -admitió- parece que no aprendimos las lecciones de 1968, 1998, 2000 y 2006”.
Pero tropieza con su propia proclama democrática, porque mientras habla de consultar a la base militante de su partido para la toma de decisiones, él mismo decide la agenda y marca el rumbo: establece, por ejemplo, la creación de la Comisión Nacional Consultiva para la transformación del PRI, que comenzará trabajos -ojo: él dispone unilateralmente métodos y fechas- en la segunda quincena del mes de julio con sus similares replicadas en cada uno de los estados de la República, para escuchar a la militancia y transformar al partido desde las bases hacia las dirigencias.
Y marca el mecanismo:
“La convocatoria será emitida en tiempo y forma”, precisa.
Y marca la agenda:
Convocará -anunció- a una Comisión Nacional Plural e Incluyente que conduzca a la reflexión e impulse la reforma del partido desde la base hacia la dirigencia, donde todas las expresiones del PRI tengan el deber y el derecho de aportar con ánimo constructivo en la tarea de renovar el Revolucionario Institucional”.
… La misma gata.
Si detrás de la Comisión Nacional Consultiva del PRI está CARLOS SALINAS DE GORTARI, ¿quién estará detrás de la Comisión Estatal Consultiva de Tamaulipas?
¿EGIDIO TORRE?
He aquí, la misma pregunta:
¿Quién convocará a la transformación del PRI en Tamaulipas?
¿SERGIO GUAJARDO, BALTAZAR HINOJOSA, EDGAR MELHEM, ALEJANDRO GUEVARA, OSCAR LUEBBERT?
¿Quién?… porque evidentemente no podrán hacerlo TOMÁS YARRINGTON ni EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES.
El PRI parece tropezar otra vez con su propia lengua.
Por cierto, peca de cándido el ex alcalde victorense ALEJANDRO ETIENNE LLANO al alzar la mano como «prospecto» a la reconstrucción del PRI-Tamaulipas, cuando de todos es conocido que ETIENNE es uno de los personeros de EGIDIO TORRE.
Es decir, aunque en esencia ETIENNE es un hombre bueno, pero cándido por cuanto se cree capaz de reconstruir al PRI con lo que queda de la militancia tricolor en Tamaulipas, parece un hecho que toparía con pared al intentar la proeza de ser electo, pues a propios y extraños les queda claro que el jefe de ETIENNE, EGIDIO TORRE, fue el artífice del desmoronamiento priísta en Tamaulipas, pues fue él quien desarticuló en su sexenio a la clase política priísta tamaulipeca.
Sin embargo, recuerde que en el pasado reciente y pese a que OSCAR LUEBBERT era el mejor prospecto para la sucesión priísta, quien «ganó» la sucesión fue SERGIO GUAJARDO, porque detrás de él estaba EGIDIO TORRE.
Por hoy es todo, nos leemos mañana.