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17/03/18.- San Luis Potosí dejó de ser un estado apacible. La creciente inseguridad se percibe en el aumento en los homicidios y otros delitos del fuero común, pero sobre todo en la percepción ciudadana que se alerta aun más que las propias autoridades.
Mientras en 2013 había 261 homicidios reportados, 2017 cerró con 469, casi el doble. Si bien no está en lo más alto de la lista de estados inseguros, el año pasado representó para la entidad el de mayor número de homicidios y, en general, de delitos denunciados.
Solo en 2017 se cometieron 35 mil 179 actos ilícitos en el estado, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad.
Las autoridades atribuyen el aumento de la inseguridad a dos factores: la vecindad con estados convulsos, como Tamaulipas y Veracruz,
así como el crecimiento económico de la entidad, que la convierte en atractiva para la delincuencia.
El secretario de Seguridad Pública estatal, Jaime Pineda, aseguró que existe una estrategia para mantener a San Luis Potosí entre los estados con menor incidencia delictiva, desde la designación de mandos estatales en las direcciones de seguridad municipales, hasta el reforzamiento de la presencia policiaca en las fronteras con Veracruz y Tamaulipas.
“Hay que ver con qué tipo de estados colindantes está San Luis Potosí, qué tipo de vecinos tenemos. Tenemos una colindancia con Tamaulipas, que tanto pega, la colindancia con Veracruz, con Zacatecas. Entonces estamos reforzando con los tres niveles de gobierno, poniendo una barrera para tratar de contener a ese tipo de delincuentes, que no vengan a delinquir aquí”, señaló en entrevista.
Sin embargo, ciudadanos atribuyeron el incremento de la inseguridad a la falta de atención de la autoridad, que, dijeron, prefiere evadir la realidad a enfrentarla.
José Guadalupe González, de la organización Ciudadanos Observando, aseguró que a la llegada en 2015 del gobernador Juan Manuel Carreras, delitos como homicidios, secuestros y extorsiones comenzaron a incrementarse de manera alarmante.
“Empieza a crecer todo esto y no se hace algo a fondo. No se combate realmente el tema, se deja crecer y entonces se agudiza.
“Llegamos a extremos donde en diciembre de 2016 todos los semáforos delictivos están completamente en rojo y cerramos 2017 con los datos más terribles en los temas que más laceran a la sociedad, como son homicidios”, reprochó.
Lo dicho por el representante de la sociedad civil coincide con los resultados de la encuesta de confianza elaborada por el Inegi, que dejan ver que 85 de cada 100 potosinos se sienten inseguros.
“Esa es la percepción que tenemos los ciudadanos. No estamos seguros ni en la casa ni en el negocio ni en la calle. O sea, sí ha crecido exponencialmente el temor. ¿Por qué? Porque ahí están los números ante las denuncias que se presentan al Ministerio Público”, señaló el dirigente de Ciudadanos Observando.
En Ciudad Valles, la segunda ciudad más importante del estado, la inseguridad llevó a que la autoridad municipal conformara un grupo de élite con elementos de seguridad capacitados en el extranjero, quienes se hacen cargo no solo de labores de seguridad y contención en esa zona limítrofe con Tamaulipas, sino también de investigación de narcóticos.
El Grupo de Operaciones Especiales cuenta con apenas 15 elementos y aspira a llegar a 30, con la finalidad de hacer frente a la inseguridad.
El director de Seguridad Pública del ayuntamiento, Jubileo Ramírez, explicó que este grupo tiene funciones de policía municipal, pero también interviene ante eventualidades. Reconoció que el narcomenudeo en la región es consecuencia de la operación de Los Zetas en el municipio, que es frontera con Tamaulipas.
Pero la inseguridad también se percibe en el trabajo que realizan los colectivos que buscan desparecidos en el estado. Edith Pérez, vocera de la organización Voz y Dignidad por los Nuestros, hizo ver que el incremento de los delitos también frena los trabajos en fosas, pues los delincuentes están al acecho.
En San Luis Potosí hay 132 personas no localizadas. Solo en 2018 se han reportado 41 desaparecidos, de las cuales 22 siguen sin ser ubicados. Además, la fiscalía del estado reconoce la existencia de 34 fosas.
A esta situación se suma la falta de recursos económicos y humanos para el funcionamiento de la fiscalía para personas desaparecidas. La gran mayoría de las búsquedas en fosas se realizan en Tamaulipas, mientras que en San Luis Potosí las búsquedas en vida (cárceles, hospitales psiquiátricos, etcétera) avanzan a cuentagotas.
“Desde que el fiscal entró en acción no tuvo de otra, porque la exigencia era de muchos y esta misma exigencia lo orilló a que se hiciera la unidad de búsqueda. En realidad es como un estate quieto, pero todavía falta ir a los predios, todavía falta la búsqueda en vida”, subrayó.
Mientras los ciudadanos alertaron del crecimiento de la inseguridad, las autoridades estatales implementaron una estrategia para frenar las falsas alarmas en redes sociales, desde donde era común, además de la denuncia de todo tipo de delitos, la difusión de mensajes falsos.
“De pronto recibíamos mensajes de otros estados, se hacía viral por medio de WhatsApp inclusive desde otros países. Había toques de queda, desaparición de mujeres y nada de eso era cierto. Y esto muchas veces si la autoridad no sale y si se tarda la autoridad en decir que es una mentira, de pronto la gente ya no cree”, advirtió el titular de la SSP.
Sin embargo, pese a las nuevas estrategias, la tranquilidad en San Luis Potosí sigue a la baja y la incidencia delictiva al alza.
Agencias
