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16/01/2017 – El menor crecimiento económico, la debilidad del peso, la creciente inflación, el aumento de las tasas de interés y una relación comercial incierta con Estados Unidos son algunos de los desafíos que se plantean a las empresas mexicanas en 2017, comentó Ernesto Sifuentes Morales, consultor de empresas en Matamoros.
El experto comenta que la magnitud de los riesgos son mayores para las micro y medianas empresas mejor conocidas como Pymes, ya que su capacidad operativa es limitada, esto debido al bajo margen de recursos que utilizan, por lo que advierte que de no aplicar las medidas necesarias en lo que respecta a incentivos para este sector, podrían quebrar en la primera mitad del año mas del 40% de este tipo de corporativos.
Explica que en el caso de las microempresas que operan en la frontera, el riesgo es aún mayor, ya que entre el 70 y 80 por ciento tiene algún tipo de relación comercial con empresas del vecino país del norte, por lo que algún cambio en el tratado comercial o aplicar un impuesto adicional como lo ha anunciado Donad Trump, esto propiciará una quiebra generalizada en los consorcios.
Asegura que ahora el futuro de estos corporativos dependerá mayormente de la medida en que el nuevo gobierno de Estados Unidos busque adoptar las políticas comerciales que el presidente electo Donald Trump prometió en su campaña, tales como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la imposición de aranceles de importación.
Señala que cualquier cambio en el TLCAN probablemente perjudicará a los exportadores mexicanos de la frontera principalmente, y las remesas que envían los migrantes a México también pueden disminuir bajo el nuevo gobierno de Estados Unidos, indicó.
Exportaciones se desploman
Por su parte, Rubén Treviño, representante de comercio internacional, asegura que la caída del peso mexicano frente al dólar ha aumentado los precios de las importaciones y exportaciones tanto de materias primas como de equipo, lo que ha incrementado los costos operativos y de gastos de capital de las empresas en la ciudad principalmente para las pequeñas, mientras que los corporativos dedicados al mercado de petróleo y gas, además de algunas de consumo, están entre las que sentirán el impacto del tipo de cambio volátil.
Sin embargo señala que las firmas orientadas al consumidor que obtienen una gran parte de sus ingresos fuera de México, estarían mejor posicionadas para soportar el consumo reducido en el hogar y la volatilidad cambiaria, de la que advierten seguirá para el resto del año.
Agencias
