El patrimonio musical mexicano, a sólo un clic

10/10/2018.- Grabaciones de campo hechas por todo el país entre 1940 y 1980; obras de compositores contemporáneos como Mario Lavista, Marcela Rodríguez y Daniel Catán; unos cantos huicholes de 1898 que constituyen la grabación más antigua de México; cantos indígenas en lenguas que están a punto de desaparecer; la sinfonía Caballos de vapor, de Carlos Chávez de 1937. Todos estos son ejemplos de los más de 4 mil archivos sonoros que componen la Musiteca.mx que desde ayer puede ser consultada por el público en cualquier parte del mundo.

De manera gratuita —sin publicidad, como es común en muchos sitios de música en Internet—, desde un celular, una computadora o una tableta se puede acceder a esta plataforma y escuchar, ver y documentarse acerca de la música mexicana de tres categorías: concierto, indígena y tradicional. En música de concierto cuenta con 2 mil 552 audios; en la de culturas indígenas con 816 audios; y en la música tradicional, 670 audios. En la Musiteca se puede escuchar toda esta música y a la par leer documentos sobre el artista y su obra; ver partituras, ilustraciones y fotografías; acceder a micrositios y colecciones; conocer a los imprescindibles en la historia musical y subir la propia obra de un compositor, así como crear playlists.

La Musiteca es un proyecto que hace más de tres años comenzó a desarrollar la Fonoteca Nacional, y que se presenta al público en el marco de su décimo aniversario.

No existe en estas categorías de la Musiteca una que contenga la música popular mexicana actual. En ese sentido, ayer en su presentación la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y el director de la Fonoteca, Ernesto Velázquez, recalcaron que este es el inicio del proyecto, y que en un futuro se incrementará, y se conseguirá que haya música popular en la plataforma.

A pesar de que no está hoy esa música, el proyecto sí significó una alianza con la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), que preside Armando Manzanero; la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas (Amprofon) y Editores Mexicanos de Música, A.C. (EMMAC), con quienes se firmó todo lo concerniente a permisos por uso de las obras, amparadas por la legislación sobre derechos de autor. Representantes de estas asociaciones estuvieron ayer en la presentación de la Musiteca.mx

Ernesto Velázquez, director de la Fonoteca Nacional, explicó cómo estuvo la negociación: “Nos dieron acervos, por un lado, y por otro, nos dieron todas las facilidades para que el convenio fuera de colaboración sin costo alguno, sin pago con la SACM.” Velázquez contó que incluso los abogados de compañías como Warner, Sony y Universal “entendieron que esto no era algo que bloqueara la comercialización de sus productos sino que le daba visibilidad a esta música y tradiciones, que no tiene en las radios esa difusión”.

Estas sociedades apoyaron en la curaduría, revisaron la extensa información con datos, corrigieron y precisaron datos e incluso dieron nuevas versiones musicales cuando las que tenía la Fonoteca no eran de tan buena calidad.

La Musiteca se basa también en colecciones sonoras del Centro Nacional de las Artes, Culturas Populares, Cenidim, INBA, FONCA, Sistema Nacional de Fomento Musical, INAH, Festival Cervantino, Canal 22, Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Archivo General de la Nación, y acervos de la misma Fonoteca Nacional.

No reúne sólo a autores de dominio público. “Por lo menos, 65% es música grabada por productoras comerciales y ellos la autorizaron”, comentó la maestra Margarita Sosa, quien es coordinadora de la Musiteca.mx “Se trata de un esfuerzo por difundir la música mexicana, para dar a conocer a los creadores del país”, así describió esta plataforma la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda.

Margarita Sosa indicó que una de las principales riquezas de esta plataforma son las grabaciones de campo que se realizaron desde 1940 a 1980, de pioneros que sin ser musicólogos o etnomusicólogos, se lanzaron con sus carretas, caballos, etc., como fue Henrietta Yurchenco, que llegó a México en los 40, y se puso a recorrer la República para hacer grabaciones de la música indígena y tradicional del país. Citó también los casos de Thomas Stanford, Raúl Hellmer, y más reciente, Veno Liverman, Enrique Ramírez de Arellano y Eduardo Llerena. La Musiteca distingue la música indígena y tradicional, aunque su diferencia es sutil: “La música indígena no tiene autores personales, es de la comunidad, tiene tintes más ceremoniales; y quisimos diferenciarlas para rescatar la diversidad lingüística”, explicó Sosa.

En la plataforma se pueden escuchar a 55 de los 68 grupos etnolingüísticos. En Música de concierto se ofrecen obras que van de la época novohispana hasta el presente, e incluye 33 micrositios para conocer la vida y obra de compositores mexicanos; en Música indígena se incluyen audios, fotografías, publicaciones y videos de estos 55 grupos y en Música tradicional se cuenta con una muestra de 17 regiones y de 45 géneros, algunos de ellos en riesgo de extinción.

Agencias