El muro viola leyes ambientales

21/10/2018-La administración del presidente Donald Trump insiste en que la construcción del muro fronterizo que el mandatario prometió en campaña electoral debe ignorar limitaciones ambientales para que quede terminado pronto, pero organizaciones ambientalistas estadunidenses también insisten en demandarlo por ignorar deliberadamente el impacto ecológico.

La demanda más reciente, esta semana, la interpusieron conjuntamente el Fondo para la Defensa Legal de los Animales, los Defensores de la Vida Silvestre y el Centro por la Diversidad Biológica, por el intento de la administración Trump de comenzar la construcción del muro en un tramo de 60 kilómetros en Texas sin importar el impacto ambiental.

El Departamento de Seguridad Interior (HSD) informó en un comunicado desde agosto del año pasado que recurriría a permisos que se concedieron en 2005 al entonces presidente George W. Bush para construir el muro sin atender a decenas de leyes federales, disposiciones estatales o reglamentos de protección locales.

Bush recurrió a esa excepción legal porque al construir nuevos segmentos de muro en la frontera de Texas invadió y separó numerosas propiedades que las familias de la región han tenido por generaciones. Algunas casas de ranchos, por ejemplo, quedaron al lado del río Bravo, fuera del muro fronterizo, como si pertenecieran a México, excepto porque estaban al norte el río.

Así que ahora que la administración Trump recurre a la misma excepción para construir en esa misma área, enfrenta una nueva demanda esta semana, por parte de organizaciones ecologistas.

El Centro por la Diversidad Biológica calificó la decisión del HSD como “un abuso legal sin precedentes de parte de la administración Trump”.

La excepción viola leyes que garantizan agua y aire limpios a los estadunidenses, entre muchas otras.

Cuando el HSD emitió su comunicado en que informó que iba a ignorar leyes ambientales, se refirió al inicio de un tramo de barda en San Diego. Aseguró que es “un área de alta entrada ilegal para la cual hay una necesidad inmediata de mejorar la infraestructura actual y construir barreras y carreteras adicionales en la frontera”.

En respuesta, el procurador general de California, Xavier Becerra, presentó la primera demanda contra la administración Trump por ignorar el medio ambiente al ordenar la construcción de barda fronteriza.

“Nadie va a estar por encima de la ley, ni siquiera el Presidente de Estados Unidos”, declaró el procurador, al advertir que si el expresidente Bush tuvo permiso para irrespetar disposiciones ambientales al construir partes del muro, “no se trata de un permiso a perpetuidad para que lo usen a conveniencia”.

El caso se turnó al juez hijo de inmigrantes de México a quien en campaña Trump acusaba de estar en su contra por ser un magistrado “mexicano”, aunque en realidad es un estadunidense que nació en Indiana.

El juez Gonzalo Curiel falló a favor de la administración Trump y comentó que sí había desagrado con las decisiones del Presidente, la solución debe encontrarse en el proceso electoral.

El gobierno de California apeló esa decisión y el caso se encuentra ahora en la Novena Corte de Apelaciones en San Francisco.

El procurador Becerra declaró en inglés y en español que California va a continuar su demanda hasta el final.

Pero mientras el caso está pendiente en tribunales en San Francisco, el HSD trata de iniciar con el mismo permiso que está pendiente en esa corte, un nuevo tramo de muro, pero en el estado de Texas.

El principal argumento del HSD es que tiene que ignorar las leyes ambientales para detener flujos de migrantes y de drogas, que es básicamente el mismo argumento que presenta reiteradamente el gobierno de Estados Unidos desde 1993, cuando construyó la primera barda fronteriza.

Adicionalmente, hay otra demanda de organizaciones ambientalistas en una corte federal en Nuevo México contra el gobierno federal por intento de construir partes del muro independientemente de su impacto ambiental.

Esa demanda, como la de California, está pendiente y tendrá presentaciones de argumentos orales en diciembre.

El Centro por la Diversidad Biológica informó que el gobierno de Estados Unidos no puede continuar construcciones de tramos de muros cuando tiene por lo menos dos casos de demandas pendientes por el mismo motivo en California y Nuevo México.

Las demandas a lo largo de la frontera se refieren a violaciones a la calidad del agua y del aire y a la protección de especies en peligro de extinción, entre otras leyes, pero, de acuerdo con el centro, en esta última demanda cobra mayor relieve la protección de especies.

En la zona donde el HSD trata de construir tramos de muro en Texas se encuentran un extenso corredor de especies en riesgo de extinción, el Centro Mundial de Aves y el Centro Nacional de Mariposas, que son santuarios o refugios de muchas especies en riesgo.

Aparte de las demandas, el muro que prometió el presidente Trump todavía necesita de presupuesto para su construcción.

El mandatario ordenó construir el muro el 25 de enero de 2017 y hasta ahora sólo se han construido ocho prototipos.

Agencias