Donald Trump, «a prueba de balas» en las encuestas

3/12/2015 – El aspirante presidencial republicano Donald Trump subió de nuevo en las encuestas, consolidándose como líder indiscutible para las primarias republicanas, a 11 meses de las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 en Estados Unidos.

Con 27% de intención de voto, Trump subió tres puntos respecto al mes anterior, manteniendo así el liderazgo, seguido del senador por Florida Marco Rubio, con 17%, según los resultados de la encuesta de la Universidad de Quinnipiac publicados ayer.

“No importa lo que diga o a quién ofenda, si sus datos son rebatidos o si desafía la corrección política, Trump parece llevar un chaleco antibalas”, dijo Tim Malloy, director adjunto de la encuesta.

El neurocirujano afroestadounidense Ben Carson, quien en encuestas anteriores empataba con el magnate, ha perdido terreno y cayó al tercer puesto, que comparte con el senador por Texas Ted Cruz, ambos con 16% de intención de voto. Carson bajó siete puntos respecto de la última encuesta, mientras que Rubio y Cruz, ambos de origen cubano, subieron tres puntos cada uno con respecto a noviembre.

El pasado mes, Trump tenía 24% de intención de voto y Carson 23%.

“El doctor Ben Carson, que hace un mes pasó al centro de la escena, ahora necesita un poco de reanimación cardiopulmonar. El doctor baja. Trump sube. El Partido Republicano, a 11 meses de las elecciones, debe estar pensando que este podría ser el candidato”, añadio Malloy.

El ex gobernador de Florida Jeb Bush, quien al anunciar su candidatura partía como favorito en las encuestas, se sitúa en quinto lugar, con 5% de intención de voto. El resto de precandidatos republicanos no logra superar el listón del 3% de apoyos. Sin embargo, 26% de los republicanos aseguraron que “definitivamente no apoyarían” a Trump si éste resultara el candidato del Partido Republicano.

Del lado demócrata, la aspirante presidencial Hilary Clinton cuenta con un sólido 60% de las preferencias electorales, según la misma encuesta. Clinton logró el doble del apoyo demócrata frente a su más cercano rival, el senador por Vermont, Bernie Sanders, quien cuenta con 30% de las preferencias. Tanto Clinton como Sanders derrotarían a Trump si las elecciones fueran celebradas ahora, con ventajas de seis y ocho puntos porcentuales, respectivamente.

Trump, por lo pronto, volvió a causar polémica al declarar que su plan para combatir a militantes de Estado Islámico (EI) involucra apuntar no sólo a los combatientes del grupo, sino también a sus familias.

En una entrevista con Fox News, Trump expuso en términos coloquiales que “tundiría al EI (…) y una vez que ya acabaste con estos terroristas, debes eliminar a sus familias”. Hacerlo, añadió, sería una forma también de castigar a los terroristas, a quienes “les importan las vidas” de sus familias.

El precandidato republicano dijo que si fuera presidente, intentaría evitar muertes de civiles al perseguir al grupo militante, pero sostuvo que el gobierno del presidente Barack Obama está “librando una guerra muy políticamente correcta”.

Clinton, por su parte, acusó en un acto de campaña en Oregon a Trump de “hacer del racismo y el odio los sellos de su campaña”.

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