Don Víctor, un ejemplo de vida pese a las adversidades

5/12/2016 – Tampico.- Su historia comienza precisamente en un 23 de abril de 1972, que para el significaba un día normal de trabajo para, todo cambió en un tic-tac.

«Mi trabajo lo realizaba en el turno de la noche, era operador de maquinaria pesada, y mi jornada iniciaba checando una maquina de diesel».

«Venía de cargar agua en una pipa para regar el tramo que me tocaba compactar, y en una curva a la altura del rancho El Aguacate entre San Sebastián y Chicontepec, nos volteamos, el chofer, dos ayudantes y yo. Se abrió la puerta y me quebró la pierna derecha a la altura de la espinilla y una cortada en el tobillo izquierdo, nunca perdí el conocimiento, me trasladaron a Tantoyuca, Veracruz, mientras veía como me iba desangrando; ya en el hospital solo me pusieron una férula y suero para que me trajeran a Tampico».

Indicó que al no haber ambulancia para su traslado, Don Víctor tuvo que tomar un carro del transporte público para poder llevarlo al Hospital Carlos Canseco para su atención, relata el hombre de 66 años.

«Ingrese al Hospital Civil a medio día, estuve seis días sin atención médica, hasta que yo mismo descubrí que ya tenía gangrena, les pedí a los doctores que me revisaran porque sentía que ya olía mal, siempre me taparon las piernas, no querían que viera».

«Fue gracias a que una enfermera que se apiado de mí, sin importarle poner en riesgo su trabajo, me destapo las piernas y ella misma me dijo que tenía que moverme.

Los doctores se dieron cuenta que ya tenía gangrena, pero no había quien lo operara porque era 1 de mayo.

La doctora Norma Leal consiguió un médico y un anestesiólogo del Hospital Militar, ellos le salvaron la vida.

Inició su rehabilitación en la Ciudad de México, donde se convirtió en un gran ejemplo de vida.

Una doctora alemana le pidió que la ayudara a motivar personas en el ISSSTE, brindó apoyo emocional a un joven que había perdido una pierna, y a otras personas que estaban pasando por el dolor de una discapacidad.

Luego se integraría a grupos deportivos para personas con discapacidad. «Participé en basquetbol y natación, y llegué a representar al estado a nivel nacional».

5 años después encuentra el amor en Tampico y se casa luego de seis años de noviazgo, procreando dos hijas.

Fue muy feliz en su matrimonio, hasta que su esposa, compañera y apoyo incondicional, fallece de cáncer a los 44 años de edad, un nuevo golpe para la familia, pero más para él, pues cuenta con voz entre cortada que era su vida, la amaba.

La falta de sus piernas jamás ha sido impedimento para que Don Víctor pueda vivir una vida casi normal.

«Me gusta trabajar, yo trabajé arreglando máquinas, equipos de gas, en la ruta, pero lo que más me gustó es la tapicería.

La gente me decía, oiga pero ¿cómo le va a hacer para quitar los asientos del carro para tapizarlos?, dudaban de mi capacidad y se sorprendían al ver que incluso los quitaba más rápido que las personas «normales».

Ofrece sus servicios de tapicería en un local de la avenida Morelos, esquina con calle Pino #508, colonia Españita.

Trabajo con el cual, logró darle carrera universitaria a sus dos hijas.

A sus 66 años de edad, solo pediría a las autoridades, ayuda para acceder a un crédito y adquirir su casa propia.

Hoy 3 de diciembre es el Día Mundial de la Discapacidad, pero para él no hay nada especial qué celebrar, ya que él celebra la vida y agradece las bendiciones de Dios, cada día.

Para cualquier trabajo de tapicería, se le localiza en Facebook como Víctor Tapicería González o en los teléfonos 8331816363 y 8331644680.

Agencias