Desafío

Rafael Loret de Mola

1/09/17

*Papelito no Habla
*De Gallos Pelones

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¿Informe? ¿Y el quinto? Cada día, lo confieso, me parece más increíble la resistencia de nuestro pueblo ante el mal gobierno, la corrupción ingente, los genocidios impunes y la crecida de la guerra a la que, ni siquiera, se reconoce como tal, entre las distintas mafias incrustadas en la estructura gubernamental. Una administración que, como sus predecesoras, se blinda con estadísticas sacadas, cual si fuera de la chistera de un mago, para prolongar la manipulación mediática y cooptar a los ingenuos, crédulos y ambiciosos deseosos de continuar desangrando al presupuesto; las modernas sanguijuelas les llamo.
Hace mucho que dejamos de creer en las estadísticas oficiales y en los “informes presidenciales” que, al paso como vamos, acabarán gritándose en la calle en condición de pendones medio festivos y fatuo en medio de las tormentas. De verdad, no me explico cómo los mexicanos tenemos tal nivel de resistencia ante el oprobio de la caballería de ladrones y asesinos con poder, influencia y arrebato para disponer de vidas, heredades y hasta de la historia.
¿Soportaremos más el cinismo de un mandatario federal capaz de recibir a un defraudador deseoso de usurpar la gubernatura de Coahuila, cuando aún la querella poselectoral estaba viva con olor a comicios extraordinarios como mínimo y sin posibilidad de que el agasajado en Los Pinos pudiera participar en ellos? Miguel Riquelme Solís, entenado de los Moreira, fue solícito a Los Pinos para recibir la bendición del ocupante de la casona con menor popularidad de todos los tiempos; ni siquiera díaz ordaz, tras la matanza de Tlalteloco, fue tan repelido y señalado.
¡Y nos salen con la tontería de que su aprobación ganó tres punto entre los mexicanos –será los masoquistas- cuando se evidencia el rencor general! Espero que lo coahuilenses bien nacidos –de los otros, los cobardes acomodaticios, no hablo porque me dan pena-, no permitan ultraje semejante. No me importa si es el PAN, el PRD, Morena o cualquiera otra opción partidista la que haya triunfado; me inflama que se otorgue un supuesto bono de impunidad al priismo de los Moreira, los hermanos cuyas perversidades, financieras y políticas, asombran a México y lo reducen a la posición de nación bananera en donde sólo importa el boato de los sinvergüenzas.
¿De esto, la antidemocracia como seño, va a tratar el presidente peña en su rendición de cuentas, muy de lejitos, al Congreso? La cobardía es, a la larga, muy cómoda. Siquiera fox, repudiado, dio la cara y se presentó en el vestíbulo de San Lázaro con la intención de ofrecer su informe que, al fin, fue recibido por el presidente del Congreso, el ahora alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, la primera víctima electoral de los Moreira, en este caso de Humberto el llorón.
Esta vez, los papelitos de Palacio Nacional y Los Pinos no hablan, salvo para los secuaces, sino sólo exhiben el nivel alcanzado por la hipocresía oficial en estos años de indecoro y latrocinios protegidos incluso sobre las miles de tumbas clandestinas.
La Anécdota
Emilio Gamboa Patrón, uno de los más sucios políticos contemporáneos –nacido en el otrora Distrito Federal si bien de familia yucateca jacarandosa-, ha dictado su propia lista de precandidatos como si fuera él la voz electora del priismo corporativo. Y habló de que los suyos eran muy buenos gallos: Meade, Osorio, Nuño y Narro, en ese orden de aparición, dando la impresión de tener ya línea de muuuuuy arriba.
De golpe descartó a un gallito y a una gallina clueca deseosa de poner el huevito de la abundancia. El primero, el pobre Videgaray, el funcionario fallido; y la segunda la ex gobernadora de Yucatán -¡qué vergüenza para sus coterráneos!-, gastadora en cirugías plástica y operaciones para reducir su antes voluminosa figura hasta convertirse en modelo de pijamas –me dicen que estrenará calendario, para 2018, en lencería-, Ivonne Ortega Pacheco.
Pobre Emilio. Fue tan cobarde mientras duró el cacicazgo de Víctor Cervera que, ni siquiera, intentó buscar la candidatura a gobernador de su entidad cuando tenía a puerta abierta; y no quiso forcejear con el bravucón que tanto dañó a su entidad. Ahora arremete contra la sobrina de las cenizas del infame para limpiarle el camino a su hijito Pablito Gamboa Miner. Lo dicho: una familia que mueve a las náuseas.