Delinquen menos los migrantes que los nativos en Texas

26/02/18.- Los inmigrantes indocumentados y legales que residen en Texas cometen proporcionalmente menos crímenes que la población nacida en la entidad.

Así lo muestra un estudio emitido este lunes por el Cato Institute, un organismo de análisis de políticas públicas con sede en Washington.

El informe encontró que los inmigrantes indocumentados tenían un índice de condenas penales 56 por ciento por debajo de la de los nativos.

«Y eso nos dice que esta no es una población que comete mucho crimen», señaló Alex Nowrasteh, analista de inmigración del Cato Institute y autor del estudio.

«Si es cierto en Texas, tiene que ser cierto en gran parte de Estados Unidos», refirió.

En el caso de los inmigrantes legales, que incluye a los que se convirtieron en ciudadanos estadunidenses, el documento encontró que los índices de condenas penales son aún más bajos, con un 85 por ciento menos que los nacidos en el país.

«Los inmigrantes legales son mucho más respetuosos de la ley que prácticamente cualquier otro grupo en nuestra sociedad», añadió el analista.3

Texas tiene estos datos porque sus agencias de policía cooperan con las autoridades federales de inmigración y con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) que verifica la identidad de los arrestados a través de huellas dactilares.

Los datos muestran por separado el número de condenas y arrestos de inmigrantes indocumentados y legales para 42 y 46 crímenes diferentes, respectivamente, en el estado desde el 1 de enero de 2011 hasta el 15 de noviembre de 2017.

En el estudio, Nowrasteh destaca la orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump en su primera semana en el cargo y los intentos del procurador general, Jeff Sessions, de retener fondos federales a los departamentos de policía locales que no cooperan con el Departamento de Seguridad Nacional.

«Detrás de ambas acciones está la creencia de que los inmigrantes ilegales son una fuente importante de crímenes», escribió.

En el caso de homicidios, obviamente el peor crimen que hay y en el que con razón nos enfocamos en una sociedad, encontró que en Texas se registraron 951 condenas por homicidio en 2015.

Los inmigrantes indocumentados recibieron 51 de esas condenas y los inmigrantes legales fueron condenados por 15.

Asimismo, encontró que los índices de sentencias por homicidio para inmigrantes indocumentados era un 25 por ciento inferior a la de los ciudadanos nacidos en EU. Para los inmigrantes legales, la tasa fue un 87 por ciento inferior.

Resaltó que los índices de arrestos de inmigrantes indocumentados era un 40 por ciento inferior a la de los nativos. El de arrestos para inmigrantes legales fue un 81 por ciento inferior a la de los estadunidenses nativos.

La tasa de arrestos para todos los inmigrantes, independientemente de su estado legal, fue 65 por ciento inferior a la de los ciudadanos nacidos en el país.

El análisis se emite al tiempo que la administración Trump utiliza crímenes cometidos por inmigrantes para posicionar a los inmigrantes de manera amplia como peligrosos y justificar la aplicación de algunas de sus políticas antiinmigrantes.