Dejan en la indigencia a familias de migrantes

1/02/2019 – En el marco de las festividades charras entre Matamoros y Brownsville, en las que cada año se resaltan y refrendan los compromisos de hermandad y amistad entre ambas ciudades y países, a poca distancia de los arreglos de fiesta, las condiciones inéditas y cada vez más extremas en las que permanecen hacinados grupos cada vez mas numerosos de migrantes en los puentes internacionales, contrastan los festejos de estos días de fiesta.

Autoridades
Mientras en el Puente Nuevo Internacional se desarrolló ayer por la mañana el Saludo Binacional entre las autoridades de ambas ciudades fronterizas, en la caseta de peaje de ese cruce internacional cada vez más centroamericanos, sudamericanos y de otros países se registran desde temprano hasta antes del mediodía en un espacio que dispuso el Instituto Nacional de Migración para quienes quieren hacer su trámite de asilo.
Bajo una techumbre en las instalaciones aduanales del Puente Viejo Internacional las condiciones de abandono, indigencia e insalubridad ya llegan a extremos críticos a más de dos semanas de acampar más de 200 migrantes de manera permanente mientras tienen la esperanza que les hablen para cruzar al lado americano a iniciar su trámite de asilo.
“La verdad para llegar se nos ha hecho muy dificultoso, nos dieron un permiso en México, pero la verdad que tampoco nos apoyan en ese aspecto, pero asociaciones que vengan aquí a ayudarnos para darnos alimentación, comida, no hay, aquí estamos en la calle; es poca la seguridad, sí están los de la Marina, vienen a cuidar los portones, pero de ahí nadie, nos han dejado en el olvido, al principio vino uno de Migración a extorsionarnos, a robar”, dijo ayer Carolina, una mujer que proviene de El Salvador.

Esperan semanas
Dijo que desde hace casi un mes llegó a Matamoros en espera de que le otorguen asilo en Estados Unidos, pero son muy pocas las personas a las que les hablan y el número de migrantes se acumula en los puentes, así como en hambre, las necesidades y el riesgo de un brote de enfermedades.
“En el puente se lleva una lista, un orden, pero no nos están dejando pasar, ya llevamos casi el mes acá, mucha gente va viniendo, algunos llevan 15 días, otros dos, tres semanas, pero ya tenemos más de un mes estando acá, pero aquí no hay como decir que pasen más rápido, nos están dejando en el olvido”, dijo la migrante salvadoreña.

Solo comen una vez por día
Carolina, una de las pocas mujeres que accedieron a hablar y contar las condiciones en las que viven en este conjunto de campamentos, dijo que el hambre es una de las condiciones que más les duele, porque llegan a comer una vez al día, y mal, solo algo de cereal o alguna ración limitada de alimentos que alguna otra familia les comparta. Aunque primero -dijo- están los muchos niños que están con hambre en ese espacio del Puente Viejo.
“Solo tenemos un tiempo de comida; es el desayuno, que a veces es también comida y cena, a veces como hoy y mañana no; tenemos que racionar racionar todo, comida y agua, aquí no nos prestan atención”, dijo Carolina.
Uno de los migrantes de Honduras, quien dio su testimonio sin querer decir su nombre, dijo que a pesar de soportar estas condiciones tienen la esperanza de cruzar a Estados Unidos de manera legal a través del trámite de asilo.
“Salimos de nuestro país porque nuestro país está hecho un pastel, no hay trabajo; en Honduras no se puede vivir porque hay demasiada corrupción, delincuencia y demasiada extorsión, nadie puede vivir tranquilamente”, dijo uno de los hondureños.