De política y cosas peores

Uno de mis cuatro lectores -igual pudo ser una de mis cuatro lectoras- me envió la copia de una carta que dirigió a López Obrador. La misiva es importante, por eso cumplo el deseo de su autor -o autora- de difundirla, en la esperanza de que sus conceptos lleguen al Presidente. He aquí el mensaje: “Lic. Andrés Manuel López Obrador: Soy mexicano por nacimiento, con todos los derechos y obligaciones que la Constitución me asigna. Soy un ciudadano que desea ver un país mejor, no éste que día a día se va deteriorando. A usted se le confirió una grave responsabilidad: México. Aunque muchos no votamos por usted, el hecho de que haya llegado a la Presidencia significa que firmó una especie de contrato por el cual trabaja para los más de 100 millones de mexicanos. Es decir, usted debe trabajar para todos. Usted es el empleado, nosotros somos sus patrones. Por eso a nombre de muchos le pido que suspenda esas conferencias mañaneras que cuestan tiempo y recursos y no producen nada; que busque para integrar su Gabinete mejores hombres y mujeres, y no ésos que, se ve, no saben administrar nuestros bienes y recursos; que deje las ocurrencias para sus reuniones familiares, y no para dirigir este país. México lo contrató para hacer las cosas bien. Hágalas. También le exigimos que se conduzca con respeto hacia todos los ciudadanos; que ya no divida al país; que deje de sembrar el odio y la ignorancia en nuestro pueblo. México requiere que usted y todos en el Gobierno actúen con honestidad, transparencia y ética, pero también que se elimine la improvisación y que se trabaje eficazmente con los mejores hombres y mujeres. En México no hay fifís ni hay personas tratadas como mascotas. Todos somos mexicanos y todos somos sus mandantes. Ésos a quienes usted llama fifís y conservadores no son lo que usted dice: fantoches, hipócritas o doble cara. Tampoco hay mascotas. Hay sólo mexicanos. Queremos oportunidades para todos, no limosnas; que la salud sea alcanzable; que se arraigue el patriotismo en nuestra sangre; que se cuiden nuestros recursos naturales; que los pueblos originarios sean objeto de respeto, así como la tierra que por siglos los ha cobijado. Lo hacemos a usted responsable de lo que le suceda a este país. Le pedimos que corrija el rumbo equivocado por el que nos está llevando, pues de lo contrario la pobreza aumentará y crecerá la violencia. Al final la Historia nos cobrará muy cara la mediocridad de su Gobierno y la de todos los ciudadanos que callaron aun sabiéndose humillados y oprimidos. México, señor Presidente, es de los mexicanos y para los mexicanos. Trabaje para ellos. Ya”. Un mensaje así merece ser difundido y llegar a la atención de López Obrador. Es la voz de incontables mexicanos. AMLO debe escuchar y meditar ponderadamente esas palabras. Es cierto lo que dice mi lector -o lectora-: el enorme poder que el Presidente adquirió en las urnas hizo de él un mandatario todopoderoso. Sin siquiera recatarse ha estado ejercitando en forma autoritaria y caprichosa, a veces al margen de la ley, ese poder total. No lleva por buen camino a México, antes bien sus acciones y actitudes han puesto en incontables mexicanos sentimientos de inquietud, y aun de temor. Esta carta, escrita por una persona común y corriente, refleja en modo cabal el ámbito de desasosiego que priva en muchos sectores del país, que temen incluso la perpetuación de AMLO en la Presidencia, pues todos sus movimientos parecen apuntar desde ahora hacia ese objetivo. Por eso es importante tomar en cuenta advertencias y protestas como las que hace el autor -o autora- de esta carta. Por eso la publiqué en mi espacio de hoy. FIN.