De política y cosas peores

21/11/2018 – Los amantes llegaron al mismo tiempo al culmen del acto pasional, y ambos cayeron lánguidos y exhaustos de espaldas en el lecho. Él encendió un cigarro. Ella, después de un rato de silencio, empezó a llorar calladamente. «¿Qué te pasa?» -preguntó el hombre. La joven mujer estalló en llanto. «¡No supe lo que hacía!». Dijo él: «Me sorprendes. En mi opinión lo hiciste bastante bien».Aquella gallinita puso por primera vez un huevo. Se quedó estupefacta al ver que el huevo que puso echó a correr velozmente y se perdió en la lejanía. La gallinita, azorada, fue con su mamá y le contó lo sucedido. «¿Qué gallo fue el que te pisó?» -preguntó la gallina madre. «Aquél búlico que se ve allá» -señaló la hija. «No te extrañe que el huevo haya corrido -le dijo la gallina-. Ese gallo tiene pie de atleta». Capronio, sujeto ruin, cínico y desconsiderado, sacó a bailar el vals a una muchacha en una fiesta de 15 años. Apenas habían dado unos cuantos pasos de baile cuando el aprovechado tipo deslizó su mano y la puso en la pompis de la joven. Ella protestó airadamente: «¡Quite la mano de ahí!». Imperturbable, Capronio pasó su mano a la otra pompis al tiempo que le preguntaba a la indignada chica: «¿Qué ésta la traes inyectadita?». Goretino llegó virgen al matrimonio. La noche de las bodas la naturaleza y el instinto, sabios maestros los dos, le mostraron lo que debía hacer, pero el inexperto mancebo no encontraba el caminito del amor. «Ay, Gore -suspiró su flamante mujercita-. Pensé que ibas a venir muy erótico, y estoy viendo que vienes muy errático». Es necesario decirlo, y decirlo con absoluta claridad: López Obrador está perdiendo rápidamente confianza y credibilidad entre sectores importantes de la población, en especial la clase media y los grupos empresariales del país. Nadie podrá negar que el tabasqueño cuenta con una base sólida de vehementes partidarios que creen con fe ciega en él y en sus proyectos, y que no dejarán de apoyarlo ni aunque incumpla las múltiples promesas que les hizo a lo largo de sus larguísimas campañas. Quien piense un poco, sin embargo, no podrá aceptar el resultado de consultas como aquella que hizo AMLO sobre el aeropuerto de Texcoco, y menos aún la que hará este fin de semana sobre una decena de temas disímbolos, todos con complejas implicaciones de orden técnico, económico y político que quienes acudan a esa consulta no están en posibilidad de conocer, y sobre los cuales votarán en modo automático afirmativamente. Esta segunda consulta es una nueva farsa, otra elemental simulación que a nadie que tenga un dedo de frente engañará, así de improvisada y amañada está. Me cuesta trabajo decir lo que en seguida voy a decir, pero lo diré: todo lo que ahora hemos visto del Presidente electo apunta hacia un gobierno dictatorial fincado en la voluntad de un solo hombre sin ningún poder ante él que lo frene o le sirva de contrapeso. Si si se cumple la ominosa previsión que apunto nuestro país correrá la suerte de otros de América Latina que han perdido de vista los valores de la libertad y la democracia y han caído en manos de caudillos que los han llevado al caos y a la ruina al hacer a un lado las leyes y las instituciones o al cambiarlas a capricho para acomodarlas a su conveniencia. No se me tache de ser profeta de catástrofes. Sólo estoy previendo lo que sucederá si las víctimas de los atropellos no protestan contra el daño que se les hace y se resignan pasivamente a él como si fuera rayo salido de la mano de un Júpiter omnipotente. Los gobiernos con tendencia dictatorial se deben señalar y acotar desde el principio. Después será demasiado tarde. FIN.