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Migrantes originarios de Cuba refugiados en la frontera de Reynosa denunciaron presuntos actos de corrupción y abusos de autoridad cometidos en territorio tamaulipeco que han frenado su trámite de asilo humanitario en Estados Unidos, responsabilizando a los agentes del Instituto Nacional de Migración
Ello, por interceptar y cobrar a los extranjeros hasta mil 500 dólares para poder aparecer dentro de la lista de solicitudes de asilo que vinculan al gobierno federal estadounidense.
Desde febrero del 2019, se mantuvo una coordinación directa entre la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y encargados del albergue Senda de Vida en Reynosa, estableciendo un protocolo con más de 200 migrantes al mes, quienes lograban iniciar su proceso de asilo humanitario sin contratiempo alguno, sin embargo, a partir del mes de junio el Instituto Nacional de Migración tomó el control e iniciaron las presuntas irregularidades, violando el orden de llegada que se había establecido.
“En el principio, cuando llegamos, vimos que todo funcionaba como CBP había establecido, que llamaban al pastor, se establecía la cantidad de personas, y por grupos el pastor llevaba las personas al puente… Pero posteriormente pudimos ver que esto cambió, Migración de México se hizo cargo de las personas que se iban a llevar y empezó a disminuir la cantidad de personas que iban hacia el puente… En Migración de México estamos viendo que están manipulando todo este tema, están viniendo aquí a seleccionar personas, teniendo predilección hacia ciertos grupos, violando la lista.”, declaró en entrevista uno de los migrantes afectados.
A partir del cambio de protocolo la cifra de personas que iniciaron su trámite de asilo disminuyó hasta un promedio de 120 por mes.
Los afectados coinciden en señalar que durante su llegada a la frontera y previo trayecto al asilo son intervenidos por agentes del INM para extorsionarlos a ser tomados en cuenta en la lista a cambio de cantidades que van entre mil 200 a mil 500 dólares por persona, dejando en desventaja a quienes viajan en familia o sin recursos suficientes.
“Que nos dejen entrar en tiempo, que no nos sigan alargando el proceso porque a pesar de todos los esfuerzos que hace el pastor y de toda la ayuda, hay muchas carencias debido a la cantidad de personas y al hacerlo de modo indebido, el proceso se extiende”, fue la exigencia de otro más de los afectados, quien lleva más de 95 días de espera en Reynosa.
Estos señalamientos se suman a denuncias formales interpuestas anteriormente contra el Instituto Nacional de Migración por extorsiones, actos discriminatorios y otros abusos de autoridad, sin que a la fecha las autoridades en Tamaulipas rindan informe de sus actividades o protocolos.
Agencias
