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A consecuencia de una leve distracción, automovilista se involucra en un percance de vialidad que le significaría una fuerte derrama económica porque destrozó una camioneta nueva, de las llamadas “de agencia”, que podría ser considerada como pérdida total por la aseguradora.
Alcance
El accidente ocurrió en la avenida Sexta y Laguna Leona cuando un vehículo Dodge Avenger circulaba detrás de una camioneta Jeep Grand Cherokee negra, que de pronto se detiene para permitir el paso de otros, y le provoca un choque por alcance.
Debido al fuerte impacto, la camioneta de modelo nuevo queda dañada del parachoques posterior, del guardafango posterior derecho y del sistema de suspensión, el neumático quedó prácticamente desprendido de la carrocería.
“Delicadesen”
Lo curioso de esta situación es que el auto que embiste es un tipo sedán, mientras que la unidad que presenta más daños es una camioneta deportiva-utilitaria, de las llamadas todo terreno, que se supone deben resistir más que un vehículo convencional para cubrir los requerimientos de conductores exigentes, que les gusta la aventura extrema.
Las autoridades de Tránsito acudieron a tomar conocimiento luego que el afectado llamó, puesto que el conductor responsable, además de negarse a pagar, ni con el importe de su auto garantizaba la reparación de la unidad reciente, dado que el ajustador de seguros podría considerarla como pérdida total, sin embargo el tema fue manejado con secrecía.
Regla de oro
De acuerdo al Reglamento de Tránsito, el que pega por atrás es responsable, pero en este caso, el conductor se negaba, así que su auto fue enviado al corralón, para que sea la autoridad ministerial quien en todo caso motive al hombre a cumplir su compromiso con el afectado.
Héctor Flores
