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10/05/2018 – San José.- Un mexicano y un ex jefe policial y paramilitar costarricense que habrían conspirado con el cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, para traficar drogas de Centroamérica a Estados Unidos, fueron condenados a 10 años de cárcel cada uno por un tribunal de Costa Rica, anunciaron hoy fuentes judiciales de este país centroamericano.
El mexicano Víctor Hugo Pineda Hernández, de 46 años, y el costarricense José Fabio Pizarro Espinoza, de 51, admitieron ser culpables del delito de tráfico internacional de drogas, se sometieron a un procedimiento judicial abreviado y fueron sentenciados el pasado lunes a prisión por el Tribunal Penal de Santa Cruz, en la noroccidental provincia (estado) de Guanacaste, sin necesidad de realizar la etapa de juicio, informó la Fiscalía General (Ministerio Público) de Costa Rica.
La prueba presentada por la Fiscalía Adjunta Contra la Delincuencia Organizada (FACDO) demostró que, entre febrero y junio del 2017, los imputados integraron una banda para adquirir cocaína y llevarla hasta Santa Cruz, precisó el Ministerio en un informe.
“La investigación reveló que los sujetos lo hacían en carros (automóviles) que eran modificados con la creación de compartimentos para evitar que se descubriera la droga. La prueba recabada por la Fiscalía comprobó que los estupefacientes eran llevados hasta pistas clandestinas de Guanacaste, con el fin de sacarlos del país utilizando avionetas”, relató el recuento oficial.
Pineda y Pizarro fueron detenidos el 21 de junio de 2017 cuando viajaban en dos vehículos con 237 kilos de cocaína y dos ametralladoras, y fueron detenidos en una carretera del sector de Orotina, en la centro—occidental provincia de Alajuela.
La Fiscalía informó que “al momento de la captura, los imputados estaban acompañados por otros tres hombres; estos, junto a dos sujetos más que fueron capturados posteriormente, ya se encuentran descontando prisión por estos hechos”.
Pizarro y Pineda permanecerán en prisión preventiva, mientras la sentencia queda en firme, aclaró.
Por su posición geográfica de cercanía con los centros de producción de cocaína en Colombia y de estar en los corredores marítimos, aéreos y terrestres de contrabando de sustancias ilícitas del sur al norte de América, Costa Rica se transformó desde hace más de 15 años en una plataforma crucial para las operaciones de narcotráfico de los cárteles mexicanos.
Al menos 35 mexicanos están presos en Costa Rica por delitos de narcoactividad, según datos oficiales pero pendientes de actualización de las autoridades judiciales costarricenses.
Los hechos. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ – policía técnica) de Costa Rica reveló en julio de 2017 que un cártel mexicano del narcotráfico internacional reclutó como “gerente de operaciones” a Pizarro, paramilitar y director general de la Fuerza Pública (policía gubernamental) de este país de mayo de 2007 a julio de 2008.
Según el OIJ, el cártel le atribuyó a Pizarro la misión de coordinar nexos en Colombia y Centroamérica para trasladar sustancias ilícitas por tierra y por aire a México en ruta a Estados Unidos.
Aunque en ese momento ninguna autoridad lo confirmó oficialmente, informes de inteligencia conocidos en este país al menos desde 2009 sobre Pizarro señalaron que el nexo aparentemente sería con el cártel de Sinaloa.
“Tenemos establecido que (Pizarro) estaba relacionado, indudablemente, con una organización internacional de mexicanos y que él lideraba y ‘gerenciaba’ a un grupo en nuestro país que se encargaba de transportar y asegurar el tránsito del clorhidrato de cocaína por nuestro país, recurriendo al método que fuese necesario”, reveló el costarricense Wálter Espinoza, director del OIJ.
Pizarro coordinó con enlaces del cártel en México, Centroamérica y Colombia, añadió. El “único autorizado” para ejecutar contactos fue Pizarro, subrayó.
Un grupo de cuatro hombres de respaldo logístico de la red fue detenido a inicios de julio del año anterior por el OIJ. “Se encargaban de colocar compartimentos ocultos en los vehículos que se utilizaban para realizar el transporte de droga, colaboraban en labores de vigilancia y de seguridad y, en general, brindaban apoyo a todas las actividades” para movilizar cocaína, relató Espinoza.
El caso. El OIJ informó el 22 de junio de 2017 que, el día anterior, desarticuló una red criminal dirigida por Pineda y Pizarro que vendió rutas aéreas de transporte de cocaína “al mejor postor” de los cárteles de México y Colombia desde pistas clandestinas de aviación en el norte de Costa Rica. Ambos fueron detenidos ese día con el cargamento de cocaína.
Pizarro llegó a ser un experto en montaña y en 2013 creó un grupo paramilitar con el supuesto alegato de defender a Costa Rica–sin ejército desde 1948—de una invasión armada de Nicaragua.
El ex oficial quedó bajo atención policial desde mayo de 2009, cuando un helicóptero de matrícula costarricense se estrelló en las montañas del sector central de Costa Rica con 395 kilos de cocaína y gran cantidad de dinero que presuntamente pertenecían al cartel de Sinaloa, dirigido entonces por el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, ahora encarcelado en Estados Unidos.
El OIJ admitió que la “suspicacia” surgió porque el ex policía llegó de primero al sitio del percance y nunca apareció el aparato de posicionamiento satelital del helicóptero, que habría permitido conocer parte del historial de movimientos de la aeronave.
Agencias
