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21/10/17.- Mientras la tierra se estremecía la noche del 7 de septiembre por el terremoto de magnitud 8.2, a Mariana, de 9 años, médicos del IMSS la operaban para cambiarle un tubito que tiene en el corazón, y ayer fue dada de alta y se reunió con su familia.
«Sentí mucha emoción cuando me dijeron que ya me voy a mi casa, porque ya voy a ver a mi familia, a mis primos y ya quiero regresar a la escuela.
«Tengo un tubito en mi corazón y me lo cambiaron, pero estoy contenta de que ya me voy a mi casa”, comentó la pequeña.
Mariana permaneció poco más de un mes en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Centro Médico Nacional La Raza, donde fue sometida, por más de seis horas, a una cirugía a corazón abierto a causa de un problema congénito.
«Gracias a los médicos y enfermeras que me cuidaron cuando me operaron y me salvaron la vida, es por eso que quiero estudiar psicología y ayudar a los niños como me ayudaron a mí”, dijo la menor.
Mariana permaneció hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos y recibió atención especializada; después de una recuperación exitosa, este viernes salió caminado con una sonrisa y acompañada de su familia.
Este es un ejemplo más de entereza, profesionalismo y ética de uno de los muchos equipos médicos del IMSS, encabezado por el doctor David Arellano Ostoa, jefe del departamento de Cirugía Cardiaca Pediátrica.
Durante el violento movimiento telúrico, los médicos protegieron, resguardaron y cuidaron a Mariana para que no sufriera algún contratiempo y la operación terminara con éxito.
Ese día, los protocolos de emergencia se activaron de manera oportuna, los pacientes, familiares y personal en planta baja y los pisos 1 y 2 fueron evacuados, mientras que, en el resto de los pisos, las personas se replegaron a las zonas de seguridad.
Pero en el quirófano del séptimo piso, por la delicada salud de Mariana, el equipo médico y de enfermería decidió continuar la operación a corazón abierto.
El director la UMAE, Guillermo Careaga, recordó que la causa del problema y la gravedad en el estado de salud de la menor fue por infección en un injerto que se le colocó hace cinco años para corregir una cardiopatía congénita.
Indicó que, en todo el momento, aún durante el sismo, el equipo de cirujanos, enfermeras, anestesiólogo y técnicos, mantuvo la calma y continuó la operación, a pesar de que ya había finalizado la jornada laboral de la mayoría del personal.
Este viernes, los papás de Mariana, Ricardo Garduño y Jessica Hernández, agradecieron el profesionalismo y compromiso del personal del IMSS, pues en ningún momento interrumpieron la cirugía que salvó la vida de su hija.
“Damos gracias al personal de esta Institución por darle una oportunidad de vida a mi hija, nunca dejaremos de agradecer la atención recibida por todos los trabajadores de este hospital”, resaltaron.
El doctor David Arellano destacó el compromiso del personal médico del Hospital General, que, a pesar del temor y la incertidumbre que provocó el sismo, se mantuvieron en el lugar, al pendiente de Mariana.
Agencias
