Colombia rechaza el acuerdo de paz

3/10/2016 – Bogotá.- Los colombianos dijeron “no” al acuerdo de paz firmado por su gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que pretendía terminar con un conflicto que ha durado ya 52 años. Con una participación de poco menos de 38% del padrón, el “no” ganó 50.2 por ciento de los votos, contra 49.7% del “sí”.

El efecto legal es que el gobierno queda imposibilitado para implementar el acuerdo y el real es un duro golpe para el presidente Juan Manuel Santos, quien se había jugado todo el capital político a este acuerdo. A dos años del fin de su mandato, Santos tiene una aprobación, según las encuestas por debajo de 25 por ciento.

El triunfador aparente es el ex presidente Álvaro Uribe y su partido, Centro Democrático, que encabezó la campaña del “no”. Hasta el último día, tanto el gobierno como las FARC dijeron que no había plan B en caso de que el “sí” perdiera, por lo que ahora lo que sobran son interrogantes. ¿Qué sucederá con las FARC, que habían ya comenzado el proceso de desmovilización y entrega de armas? Más allá del anuncio del presidente Santos, la tregua bilateral estaba amparada por un acuerdo que hoy ya no existe. ¿Cómo reaccionará la comunidad internacional que había celebrado y apoyado el acuerdo firmado el lunes de la semana pasada en la ciudad de Cartagena? Y tal vez la más importante, ¿cómo solucionará Colombia la crisis política en la que sume al país la voluntad de los votantes que han mostrado a un país dividido a la mitad, no solo ayer, sino desde la última elección presidencial? El primer personaje en reaccionar ayer fue Francisco Santos, ex vicepresidente y uno de los hombres fuertes del derechista Centro Democrático.

Inmediatamente extendió una mano a sus adversarios: “Le tendemos la mano a las FARC, al presidente Santos, a los votantes del “sí”. “Nosotros no queremos que el proceso se acabe, ellos (las FARC) ya tomaron la decisión. Que ellos entiendan que nos vamos a demorar un poco más. No queremos que vuelvan a la violencia. Ya hicieron el tránsito a la política. El resultado de hoy es un mensaje de los colombianos: hay que reconducir y renegociar el acuerdo. Este proceso debe llegar a un buen fin y queremos trabajar con el gobierno para ver cuáles son los puntos que generaron discordia e ir a La Habana a hacer lo que se deba hacer. Las FARC ya dieron el paso, ese proceso de reincorporación”.

El uribismo sabe que si la opción de las FARC es regresar a la guerra, ellos serán culpados de cada muerto. Por eso, Francisco Santos insistió ayer: “No nos creían cuando decíamos que queríamos la paz, sí queremos la paz. Nosotros vamos a ser quienes vamos a garantizar que este proceso llegue a la paz con un mejor acuerdo”.

Mientras, en las oficinas del Centro Democrático se celebraba, en un par de plazas públicas de Bogotá, donde los seguidores del “sí” se habían reunido desde las cuatro de la tarde para seguir los resultados y, ellos creían, celebrar, estalló el llanto y la tristeza. En la radio y la televisión, que casi unánimemente habían apoyado los acuerdos y el “sí”, apenas alcanzaban a explicarse lo que sucedía.

En punto de las siete de la tarde, Santos rodeado de su equipo negociador, habló desde el Palacio de Nariño. Reconoció el resultado y recordó que es “presidente de todos los colombianos, los que votaron sí y lo que votaron no”.

El mandatario añadió: “Soy el garante de la estabilidad de la nación y esta decisión no debe afectar esa garantía. Conservo intactas mis facultades para el orden público”. Santos añadió que “el cese al fuego bilateral seguirá vigente”, y anunció que hoy mismo convocará a todas las fuerzas políticas “para escucharlas, abrir el dialogo y determinar el rumbo hacia la paz”.

Hizo énfasis en que la invitación era sobre todo para los promotores del “no”, es decir el Partido Centro Democrático que se negó en todos estos años a ser parte de cualquier diálogo en relación a las negociaciones de paz.

Inmediatamente después de Santos, las FARC emitieron un comunicado en que lamentaban “que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor hayan influido en la opinión de la población colombiana”.

Pero se comprometieron a mantener la tregua: “Con el resultado de hoy, sabemos que nuestro reto como movimiento político es todavía más grande y nos requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera. Las FARC-EP mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”.

El último en hablar ayer fue el más esperado, Álvaro Uribe, quien podría ser el personaje clave en cualquier mecanismo futuro de negociación o de salida de esta crisis.

Uribe, a las nueve de la noche, dijo que él y su partido querían aportar a la paz, pero aprovechó para avanzar su agenda, insistió en cambios de política pública no relacionados con los acuerdos y no se comprometió a estar en la junta de los partidos a la que convocó el presidente Santos. Además, llamó a un “gran pacto nacional”.

“Queremos aportar a un gran pacto nacional, nos parece fundamental que en nombre de la paz no se creen riesgos a los valores que la hacen posible”, dijo el también senador en una declaración a medios desde su casa en la localidad de Rionegro, al noroeste de Colombia.

Es decir, Colombia se duerme en la incertidumbre.

El ELN pide insistir en “salida negociada” al conflicto armado

La segunda guerrilla de Colombia, el ELN, llamó a seguir buscando una “salida negociada” al conflicto armado a pesar del rechazo popular al acuerdo de paz con las FARC.

Tras conocerse la victoria del “no” en el plebiscito sobre el acuerdo entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos, el ELN escribió en su cuenta en Twitter que “a pesar de los resultados” hay que “continuar luchando por la paz”. “Llamamos a la sociedad colombiana a continuar buscando salida negociada al conflicto armado”, dijo el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) en la red social. “A pesar de los resultados adversos para los acuerdos de La Habana, los colombianos debemos continuar luchando por la paz con transformaciones”, añadió el grupo, que tiene pendiente iniciar una negociación similar a la de las FARC con el gobierno, aunque para ello Santos le pide primero la liberación de los secuestrados.

El ELN, en desacuerdo con algunos puntos del acuerdo, aseguró que lo respetaba y declaró una tregua desde el pasado 30 de septiembre para que la ciudadanía pudiera acudir a las urnas con calma.

Agencias