Chiapas, entre adrenalina y cafeína

15/10/15.- No hay nerviosismo, gana la curiosidad combinada con cierta valentía ingenua por saber qué significa hacer cañonismo.

Recorrer ríos y pozas, y hacer rapel en cascadas se convierte en un reto personal; me había conformado con ver esas actividades en postales turísticas que invitan a explorar otros rincones de Chiapas.
Salimos muy temprano de Tapachula con rumbo al municipio de Acacoyagua, específicamente al ejido de Los Cacaos. Hay que conducir por más de una hora hacia el noroeste.
A primera vista, Alberto Pacheco y Carlos Macotela, guías de Petra Vertical, no ocultan sus dudas sobre mis habilidades para esta aventura.
¿Tienes miedo a mojarte? Para nada. Comentan que algunas citadinas no pueden vencer la incomodidad de caminar con la ropa empapada. ¿Has hecho rapel? Nunca, pero siempre hay una primera vez. ¿Has saltado desde una altura de 12 metros? Obvio no, pero lo intentaré.
Una vez que llegamos al ejido, comienza la aventura: hay que ataviarse con arneses, chaleco salvavidas y casco.
Cuando se trata de la primera vez que se lleva todo este equipo encima, el cuerpo tarda en acostumbrarse al nuevo peso. No falta quien diga que se siente cual botarga con tanta indumentaria.
Al adentrarnos en el bosque, se presenta el primer enfrentamiento con la cruda realidad: caminar en un poco amigable tipo de suelo. Con tantas piedras y lodo, los senderos se tornan especialmente resbaladizos, y sí, en un reto no contemplado.
Los guías están detrás de mí, literalmente, cuidando cada paso que doy. En cuanto tambaleo, ya hay una mano que me sujeta de la cintura o del brazo para no caer.
Aún no comienza la aventura y ya dependo demasiado de ellos. Así que me brindan algunos consejos para no acabar en el suelo, o al menos no a cada momento.
¡No pises con las puntas de los pies! Olvídate de las clases de ballet de la infancia. Si sientes que vas a caer, intenta sentarte, es mejor irse de pompas que de boca. Si ves algún hueco en el camino en el que quepa el pie sin atorarse, mejor andar por ahí.
Después de cruzar ríos, esquivar ramas y trepar piedras, finalmente llegamos a la primera cascada, que descenderemos haciendo rapel por uno de sus costados.
Para mi buena suerte, desde la cima de la cascada no se perciben los 22 metros de altura que tiene, así que no tardo en lanzarme.
Una vez en el descenso, hacia el primer tercio, el miedo surge de repente y una voz en mi interior grita: «¿y ahora qué hago?» Pero no queda otra que sacudirse los nervios (ahora sí, ya los siento) y continuar.
Cada una de las instrucciones para hacer rapel las repito mentalmente: mano derecha atrás, mano izquierda adelante, no tensar mucho, echar la espalda hacia atrás, abrir las piernas a lo ancho de los hombros.
A pesar de todo, el sistema de rapel es tan seguro que el único «lamentable» resultado son mis espinillas llenas de moretones y raspones.
Lo logré, terminé el primer rapel. Caminamos más siguiendo el río hasta llegar a una segunda cascada de aproximadamente 12 metros, y desde la que habrá que saltar.
No veo el problema hasta que debo colocarme en la pendiente para brincar. El vértigo me paraliza, de pronto he olvidado cómo se salta. Quiero cumplir con el reto, pero debo enfrentar primero el miedo.
Ya no salté, así que debo andar por un sendero para alcanzar al resto del grupo que sí lo hizo. Faltan dos cascadas más en las que descenderemos en rapel, una de seis y otra de 32 metros.
Al concluir con el rapel, llega el premio: un pequeño pero ansiado almuerzo de salchichas, ate, queso y agua.
Y cuando creí que ya todo había acabado, no podía estar más equivocada: aún hay que caminar una hora más para regresar a donde dejamos los vehículos.
Enfrentar el cansancio representa la última batalla: el darte cuenta que tus ganas de regresar a casa es lo único que tienes para seguir y no caer derrotado.
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GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Aeroméxico vuela diariamente y Volaris tres veces por semana (martes, jueves y domingo) a Tapachula desde la Ciudad de México.

DÓNDE DORMIR
En Tapachula, el Hotel Loma Real es el único alojamiento cinco estrellas de la ciudad. Tiene 95 habitaciones y un restaurante con vista panorámica. Desde mil 200 pesos por habitación en ocupación doble.

QUÉ LLEVAR
Playera tipo Dry-Fit, pantalón o mallas de fibras sintéticas y calzado de trekking. Bloqueador solar y repelente de mosquitos.

CON QUIÉN CONTRATAR
La empresa Petra Vertical ofrece esta excursión; incluye traslados desde y hacia Tapachula, un snack, equipo técnico, de seguridad y de primeros auxilios; seguro médico y guías especializados.
Precio por persona: Mil 250 pesos por persona

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MÁS INFORMACIÓN:
www.turismochiapas.gob.mx
www.petravertical.com
www.hotellomareal.com

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RAPEL PARA PRIMERIZOS

El experto en cañonismo Carlos Macotela brinda algunos consejos para realizar esta actividad:
– Nunca mirar hacia abajo.
– Seguir al pie de la letra las recomendaciones de los instructores.
– No usar ropa holgada.
– Amarrar el cabello largo.
– No llevar joyería.
– Preferir ropa de telas sintéticas, nunca algodón.
– Buscar guías certificados que pertenezcan a AMTAVE (Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo) o a ATTA (Adventure Travel Trade Association).

Agencia Reforma