Cena de Negros

Guerra…

14/09/2018 – Detalla la historia que México comenzó su guerra de independencia un 15 de septiembre de hace 208 años, en 1810 cuando liderados los indígenas por hombres y mujeres valerosos como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, La Corregidora, y muchos y muchas más que permanecen en el anonimato decidieron poner fin a su explotación y miedo.
En verdad los independentistas eran de esos seres que se salen de su zona de confort para aventurarse a encabezar batallas de las que no sabían si saldrían vivos, personajes que siendo muy ricos o miembros, y con mucho futuro, de un Ejército que tenía bastantes privilegios renunciaron a todo en beneficio de otros, si, eran hombres que aún presos asesoraban a sus enemigos políticos si veían en ellos una posibilidad de libertad para el pueblo.
Fue en esa tesitura que México logró su independencia política de los españoles, nunca más los europeos habrían de decidir a distancia que se hacía con nuestra riqueza, en casos más drásticos, hasta como habrían de llamarse nuestras iglesias y quienes deberían morir ejecutados por “faltarle” a sus autoridades o a su “Dios”.
Luego de ello se comprobó que muchos de los nacidos en México, criollos, nativos o indios eran peor que los españoles, igual hicieron sus leyes, también gobernaron a base de fuerza, dirigían al país más como guerrilleros que como hombres de Estado que buscaban la solución a nuestros problemas pero esa fue ya otra historia.
Con todo y ello no está demás decir que los políticos del nuevo México construyeron y formaron su propia oligarquía, se enriquecieron groseramente a expensas de los más necesitados, de quienes con esfuerzo y sudor querían salir adelante y que sus hijos no tuvieran la necesidad de trabajar indignamente, el caso es que se avanzó poco que 100 años después, otros hombres y mujeres como Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco I. Madero, y muchos otros que tenían la misma idea de los independentistas, de hacernos libres, comenzaron otra guerra que llamaron revolución.
Quizá el cambio fue más drástico, reparto de tierras, una sociedad más activa pero con gobiernos que tuvieron que mantener a su gente convencida con dádivas de que merecían estar ahí, en resumen, casi con los mismos vicios.
Tal vez no cambiamos mucho en ambos movimientos porque es una realidad que los movimientos de fondo y de calidad se empezaron a registrar en los últimos 20 años por la modernidad, la tecnología, entre otras cosas.
El caso es que 108 años después de la revolución, 208 años después de que comenzó nuestra guerra de Independencia, la situación de este México lindo y querido no es la mejor y le detallo por qué.
Mire, hoy vivimos una guerra que ha dejado más de un cuarto de millón de muertos y cifras similares de desaparecidos en los últimos 10 años, pero además padecemos de una pobreza que mata de hambre o de gripa a causa de la desnutrición a cientos de personas, no podemos olvidar que en esas condiciones viven por lo menos el cuatro o cinco por ciento de nuestra población de los cuales la mitad no come ni una vez al día.
No lo es todo, en este 2018 vemos como la educación es mediocre y un sistema de salud que no cumple a cabalidad su función, la sociedad es más participativa, si, pero tampoco ha adquirido la madurez necesaria, aún se deja abusar, no confía para hacer denuncias y vive en la comodidad de “estar bien uno” y eso le ha parecido suficiente sin notar que vivimos en un mundo donde cualquier error ajeno tarde o temprano se nos refleja en casa.
El caso es que a 208 años de la Independencia es difícil decir que somos libres porque económicamente dependemos del extranjero y de los muy ricos de México que, para no variar, tienen su dinero en el extranjero, socialmente el 70 por ciento de la población es pobre ya que o no tiene para comer, carece de una vivienda digna, no tiene acceso a un sistema educativo que le garantice guiar sus vocaciones y hacer de él un mejor mexicano o mexicana o, vaya, ni siquiera es libre de andar por nuestros pueblos a altas horas de la noche.
Estamos en épocas difíciles, en tiempos de definiciones, en una guerra contra los enemigos de los pobres y como ocurrió en la Independencia o Revolución buscamos nuestra solución, la diferencia es que ahora podemos sacar las cosas adelante en la política con todo y que parezca que el sistema se agota hoy se puede hacer mayor presión pacífica para que las cosas cambien.