Cena de Negros

Diputados…

3/09/2018 – Cuando ya no tuvo la menor duda de que ganaría la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador inició su campaña más difícil, hacer que la gente votara por los diputados federales y senadores de su partido o de los que iban en coalición, el PT y el PES, el argumento que utilizó para convencer al electorado iba en el sentido de que se requerían para hacer las reformas estructurales que necesita el país, para la cuarta transformación de México.
Sobra decir que ganó AMLO, que el Congreso de la Unión tiene una mayoría muy marcada a favor de quien será el presidente, Morena, PT y PES no requerirán de apoyos de otros partidos para aprobar lo que les venga en gana con una dificultad, cada reforma constitucional requerirá de la aprobación de por lo menos 17 legislaturas estatales y no las tienen.
De entrada hay que hacerse una pregunta, ¿beneficia al pueblo que el presidente o un gobernador tengan el Congreso respectivo en sus manos o que lo tengan en contra?, para los que están en el poder es obvio que les gusta el Congreso a favor, para ellos significa no batallar mucho en diseñar presupuestos, ni para los nombramientos que se requieran como sacar sus fiscales y hasta magistrados a modo y así por el estilo.
Contrario a ello quizá la mayoría del pueblo se pronuncia porque los Congresos, el local de los Estados o el de la Unión a nivel federal, sean con mayoría de partidos opositores al Ejecutivo porque se considera que es la única forma de crear contrapesos y evitar actitudes autoritarias y contrarias a las leyes por parte de los mismos.
La realidad es que ni uno ni otro tienen la razón absoluta, es más, se ha visto que sin importar partido o ser oposición los Congresos han jugado papeles vergonzosos en la historia de este México lindo y querido, siempre se han entregado al Ejecutivo en turno a cambio de quien sabe que cosas pero todos han terminado con mucho más dinero y bienes de los que tenían cuando empezaban, con sus honrosas excepciones, claro es.
Obvio sería decir, entonces, que lo único que debe preocuparnos como ciudadanos es encontrar políticos de verdad, hombres o mujeres probadas en el ejercicio político y de poder, capaces de ver por el pueblo, más, aún, preparados para acordar con el Ejecutivo, sin someterse pero sin avasallar y sin importar diferencia o igualdad en los colores de las camisetas partidistas que traigan puestas, todo lo que sea relativo a beneficiar a las mayorías.
No, da la impresión que a nivel federal no tendremos esos casos, los coordinadores parlamentarios de los diferentes partidos están en actitud muy sumisa con el Ejecutivo, obedecen sin chistar y así no se podrá transformar nunca a México a menos que nos sorprendan.
Pero el tema viene a colación no por lo que ocurre en lo nacional sino porque en Tamaulipas comenzó el proceso electoral para renovar el Congreso del Estado, una Cámara de Diputados que ha resultado mediocre, sin capacidad alguna para aportar lo mejor para el Estado.
Por lo que se ve desde lejos, Morena va a intentar ganar la mayoría de legisladores en la elección que viene por los intereses nacionales que eso implica y el PAN pretende retener la misma para apoyar al gobernador y evitar que se le pongan piedras en el camino.
A menos que ocurra un milagro el PRI y los otros partidos solo buscarán sobrevivir, hasta hoy no se les ven posibilidades de triunfo en algún distrito.
¿Qué queremos para Tamaulipas?, es claro que legisladores que sepan pensar por el pueblo, que puedan ayudar al gobernador y que busquen el bien común, le insisto, no importa el color porque todos los partidos se han portado más o menos igual cuando han ejercido el poder, tienen buenos políticos, otros más o menos y la mayoría son nefastos, así que lo ideal es empezar desde hoy a revisar nombres, a conocer a quien quiere postular cada uno de los organismos, a preguntarnos cuál nos conviene.
Lo malo, para los tamaulipecos, es que hasta hoy no sabemos ni qué es un diputado porque no nos han dado la oportunidad de conocerlos, de saber qué hacen en sus puestos, cómo desquitan sus salarios y en qué benefician al pueblo, tal vez esa será una razón para que se vean campañas muy tristes aunque ignoramos a quién beneficie todo eso.