CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

19/01/18

Sienten frío…

Los números les dan frío aunque en realidad deberían darles vergüenza y, como decían en aquellos tiempos, disculparse e irse.
Aparece la convocatoria del PRI para que se registren el próximo viernes quienes deseen participar como candidatos a diputados federales o senadores y con ella una encuesta que los deja helados, los coloca en el tercer lugar de preferencias en Tamaulipas, lo que es peor, con casi todos los liderazgos o presuntos candidatos descalificados, con un rechazo tan alto que llegarían a la contienda perdidos.
Vaya, para que se dé una idea, con todo y que Felipe Garza Narváez viene del viejo PRI, tan cercano a Tomás como a Eugenio, parte del egidismo también, miembro de aquellos grupos en el poder que se llevaban todo lo que tenían a la mano, que hacían y deshacían, pues hoy tienen muchas posibilidades de ganar con Morena en el quinto distrito federal, digo, de conseguir ser postulado.
Así es, las encuestas del tricolor los hacen temblar y no de frío sino de miedo de quedarse sin casi nada de poder ni presupuesto.
Más sufren los miembros de la cúpula tricolor cuando desde México los quieren ningunear e imponer a los diputados Baltazar Hinojosa Ochoa y Mercedes del Carmen Guillén Vicente como fórmula al Senado, dos políticos viejos, con muchas cuentas pendientes por estos lados, desgastados uno por su derrota como candidato a la gubernatura otra por la forma como su cachorro llegó a la delegación de Profeco, luego lo corrieron por una presunta inhabilitación y de la noche a la mañana otra vez dijeron que era casto y puro para darle vida en la administración pública.
El sufrimiento en este caso es doble, la fórmula es muy lejana a Egidio que tiene la mayoría de los consejeros en su mano, incluso son enemigos del ex gobernador lo que significa que tendrían que trabajar para quien posteriormente podría cortarles la cabeza y la otra parte del sufrimiento es que no hay uno solo de su equipo que pudiera enfrentarlos con peso político y la venía nacional.
Resulte lo que resulte en la elección, hoy por hoy el PRI tiene clara una sola cosa, van a partir del tercer lugar y requerirán, además de mucho dinero que no tienen, de hombres y mujeres decentes como candidatos o, por lo menos, que no tengan voto de rechazo tan marcado o lo puedan combatir con sus querientes.
Lo más triste para el PRI es que ni siquiera requieren muchos votos para conservar el segundo lugar pero no los encuentran en ningún lado, ni siquiera tienen dinero para operar, es más, la dirigencia nacional en México los tiene odiados.
De acuerdo a la estrategia lo que se suponía es que los delegados federales en Tamaulipas tendrían que ponerse a trabajar y qué cree, ellos están bien a gusto cobrando, manejando presupuestos a placer y más ocupados en garantizar el futuro propio que el de un partido que les ha dado todo.
Por si eso fuera poco, aunque los delegados federales quisieran ser útiles, electoralmente, ninguno de ellos brilla o tiene talento para la operación política.
Por lo pronto el próximo viernes conoceremos ya los nombres de quienes van a ser candidatos al Senado del PRI, también el de los nueve que pretenden ser diputados federales, de ahí casi se podrá adivinar quien va a ganar, quien puede competir y quien puede darse por muerto desde el principio.
Hoy en el PRI sienten frío, sus chalecos rojos no los protegen de nada, muchos ya ni los usan y parte de la cúpula tiembla de rabia por lo que viene, no pueden creer que su futuro político y económico dependa de cómo se organice Morena, un partido que según ellos no tiene ni militantes en Tamaulipas pero que aún así los puede derrotar y mandar el tercer lugar para dejarlos con casi nada de lo que a ellos preocupa, presupuesto.