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Alrededor de 50 migrantes mexicanos fueron deportados la noche del viernes, de Estados Unidos a esta ciudad fronteriza de Baja California, por la garita El Chaparral, en el marco de las redadas que iniciaron el pasado domingo en el vecino país.
Entre los deportados se encontraba Miguel Ángel Caro Quintero, narcotraficante y hermano de también criminal Rafael Caro Quintero.
Miguel Ángel purgó su sentencia en los Estados Unidos de América y fue deportado hacia México a través de la garita de «El Chaparral», en Tijuana, sin que le fuese impedido el libre tránsito.
Fuentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) dijeron que la deportación ocurrió el viernes pasado, y que al ingresar a suelo mexicano, Caro era esperado por sus familiares, reportó el semanario Zeta.
El hermano del líder del Cártel de Guadalajara, es hombre libre después de que cumpliera una sentencia por 17 años en la prisión de máxima seguridad de ADX Florence, en Colorado, en donde desde hace unos días se encuentra Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Miguel Caro, de 56 años, quien lideró desde la ciudad de Caborca, el llamado Cártel de Sonora, estuvo preso tras ser encontrado responsable de los cargos de crimen organizado en Colorado y conspiración para traficar marihuana en Arizona.
Originario de Sinaloa, Miguel fue capturado en diciembre de 2001 en la ciudad de Los Mochis por agentes federales de investigación en cumplimiento de una orden de detención provisional con fines de extradición.
Luego de estar un tiempo en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Miguel Ángel Caro Quintero fue trasladado al Cefereso 3 de Matamoros, Tamaulipas, de donde el 25 de febrero de 2009 fue extraditado a los Estados Unidos.
El sinaloense se declaró culpable de los cargos y colaboró con las autoridades norteamericanas para que le impusieran una condena reducida de 17 años por una Corte Federal de Denver, Colorado.
A la fecha, su hermano Rafael Caro Quintero se encuentra prófugo después de que fue liberado por un error judicial el 9 de agosto de 2013 en el juicio del secuestro y homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, por el que se le impuso una pena de 40 años de prisión.
Agencias
