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Desde la puesta en marcha del programa Mochila Segura en Tamaulipas el pasado 29 de febrero, las escuelas que lo han aplicado entre sus estudiantes reportan haber hallado principalmente basura y alimentos en mal estado que llevan de refrigerio pero no los comen.
Lo que acumulan los educandos entre sus libros de texto va desde materiales escolares como sobrantes de papel, polvo y puntas de lápices, hasta envoltorios de galletas y otras golosinas, pero no armas o artículos que pongan en riesgo su integridad o la de sus compañeros.
Objetos prohibidos
Esta semana la primaria Josefina Menchaca matutina realizó la primera revisión de pertenencias a su alumnado, con base en el manual emitido por la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), es decir de manera sorpresiva y eligiendo al azar a un grupo, con el apoyo de padres de familia.
Martha Margarita García Medina, directora de esa institución educativa, relató que fueron los propios niños y niñas quienes sacaron las cosas de su mochila y las expusieron en una mesa, sin que en esta ocasión se encontraran armas blancas o de fuego, ni otros productos prohibidos.
Detalló que tan solo desperdicios de comida y de materiales escolares fueron descubiertos, pero a pesar de ello estos operativos van a continuar ya que su finalidad es prevenir que los estudiantes intenten introducir a las aulas algún objeto que pueda dañarlos.
Revisiones en casa
En la Secundaria General número Dos “Adolfo López Mateos tales operativos han sido permanentes, de acuerdo a las afirmaciones de su director José Alfredo Candelaria Fuentes, quien también confirmó que los hallazgos hasta ahora tan solo han sido de residuos y lonches que las y los alumnos dejan sin comer.
Comentó que hace varios años se le encontró en uno de esos operativos una navaja a un joven y de inmediato se aplicaron medidas disciplinarias, fuera de eso ocasionalmente se decomisan marcadores permanentes o correctores líquidos, ya que estos están prohibidos por el reglamento interno.
Los directivos escolares advirtieron que a pesar de que no se ha presentado ningún caso grave durante las inspecciones que se han hecho a las mochilas, se sigue haciendo el llamado a los padres de familia a que sean ellos mismos quienes practiquen estas revisiones en sus casas, ya que además los niños, niñas y jóvenes necesitan ver que están al pendiente de su conducta durante su etapa de crecimiento.
