Atentado contra una marcha por la paz en Ankara

10/10/2015 – Dos explosiones casi simultáneas, a todas luces causadas por terroristas suicidas, convirtieron este sábado una marcha por la paz en Turquía en un escenario de guerra en el centro de Ankara, con al menos 86 muertos y más de 180 heridos.
Las cifras fueron adelantadas por el ministro de Salud turco, Mehmet Müezzinoglu, en una rueda de prensa transmitida en directo por la cadena de noticias NTV.

Un comunicado difundido por el Ministerio de Interior turco confirma que la masacre fue causada a las 07:04 GMT por dos explosiones.
El primer ministro turco, el islamista Ahmet Davutoglu, ha suspendido durante tres días toda actividad de campaña electoral para las elecciones generales del próximo 1 de noviembre. Afirmó que hay fuertes indicios de que los dos ataques fueron perpetrados por dos suicidas. Davutoglu declaró también tres días de luto oficial.
Además, se ha convocado una reunión de emergencia con altos cargos del Gobierno y de los servicios de inteligencia turcos, informó la agencia semipública Anadolu.
Miles de personas se estaban congregando ante la estación de trenes de la capital turca, el lugar habitual para iniciar manifestaciones en esta ciudad.
En medio de cánticos, bailes y bromas en una soleada mañana de sábado dos potentes explosiones sucesivas desataron el pánico entre los congregados, incluidos numerosos periodistas.
La marcha había sido convocada por el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos, el sindicato de funcionarios KESK y el sindicato izquierdista DISK.
Sin embargo, la marcha contaba también con el apoyo de otros grupos, entre ellos las mayores asociaciones de prensa, que la respaldaban en protesta por recientes detenciones de periodistas.

Escenario de terror
Las detonaciones fueron tan fuertes que hicieron estallar las gruesas ventanas del edificio ferroviario y, en segundos, cientos de personas quedaban salpicadas por una lluvia de restos de cuerpos humanos.
De las dos bombas, una fue detonada en medio de un grupo de ciudadanos sin identificación política, y la otra, cercana a un punto donde ondeaban banderas y pancartas del HDP, el partido de la izquierda kurda, y de varias agrupaciones marxistas.
Las ambulancias empezaron a evacuar a los heridos, aunque ante la enorme cantidad de víctimas, muchas personas intentaron alejarse del lugar y acudir a un hospital por su propio pie, cubiertos de sangre o con el brazo roto.
Otros, mientras tanto, usaban las pancartas como camillas improvisadas o colocaban a los cadáveres en el césped y los rodeaban para vigilarlos hasta su traslado al hospital, ante la ausencia de las fuerzas de seguridad.
El horror se había apoderado de una multitud compuesta por estudiantes, jubilados, profesores, médicos, ingenieros, periodistas e incluso muchos pasajeros que al salir de la estación del tren se habían sumado a lo que entonces era una alegre marcha por la paz.
La manifestación fue cancelada tras el atentado y han empezado las labores de identificación de las víctimas, cuyo número, se teme, puede seguir aumentando en las próximas horas.
Nadie se ha reivindicado hasta ahora la autoría del atentado, el más sangriento sucedido este año en el país eurasiático.
El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado y lo ha comparado a los ataques de la guerrilla kurda contra soldados y policías turcos.
Calificó el atentado como un «abominable ataque contra la unidad y convivencia», pero agregó que «no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados», en referencia a los ataques del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
«Estamos en contra de todo tipo de terror y de organización terrorista; debemos estar en contra todos unidos», declaró el presidente turco.
En cambio, el partido de la izquierda prokurda HDP ha subrayado la similitud de este atentado con la bomba colocada en un mitin de este partido en Diyarbakir, dos días antes de las elecciones del 7 de junio, y con la masacre de Suruç el 20 de julio.
En este atentado, un joven yihadista turco probablemente entrenado por el Estado Islámico (EI), se inmoló en una asamblea de activistas de la izquierda prokurda, provocando la muerte de 34 personas.
Después de este atentado, el PKK rompió su alto el fuego que mantenía desde hacía más de dos años.
Alto al fuego

Pero este sábado, poco tras el atentado de Ankara, la cúpula del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, anunció que respetará un alto el fuego unilateral hasta la fecha de las elecciones en Turquía, el próximo 1 de noviembre.
El comunicado, difundido por la agencia kurda Firat, señala que sus militantes «suspenderán las acciones previstas» y «evitarán todo movimiento, salvo en defensa propia».
Condenas internacionales
Las condenas internacionales por el atentado en Ankara se han sucedido.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó el ataque y reiteró la unidad de los aliados de la Alianza Atlántica frente al terrorismo.
«No puede haber ninguna justificación para un atentado tan horrendo contra personas que marchan por la paz», agregó el máximo responsable de la OTAN. «Todos los aliados de la OTAN permanecen unidos en la lucha contra el flagelo del terrorismo».
«Los turcos y todas las fuerzas políticas deben permanecer unidos contra los terroristas y contra todos aquellos que intentan desestabilizar al país, que enfrenta muchas amenazas», señalaron la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Política de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn, en una declaración conjunta.
Rusia condenó enérgicamente el atentado e hizo un llamamiento a dejar de lado los intereses coyunturales para aunar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo.
«La tragedia de Ankara ha vuelto a confirmar la prioridad superior de la lucha contra el terrorismo y sus numerosas estructuras en la región, y la necesidad de unir los esfuerzos de todos los socios, tanto de la región como de fuera de ella», recalcó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajárova.
El presidente francés, François Hollande, también condenó «el atentado terrorista abyecto» de Ankara y dio su pésame al pueblo turco.
En Berlín, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, denunció un «ataque terrorista brutal contra manifestantes pacíficos».

Agencia